miércoles, 22 de mayo de 2013

La identificación (Parte I)



Clase del 30/06/99
Lito Matusevich


Voy a trabajar la identificación de dos maneras distintas: la identificación de y la identificación con. Vamos a ver que Lacan, en relación a lo imaginario, dirá identificación con la imagen. Entonces con ese con voy a recorrer toda la primera parte de la identificación. Uno podría decir: identificación con una imagen, con un objeto, con un significante del Otro, y tendríamos todo lo que es del orden de la identificación hasta “El informe de Daniel Lagache” incluido. Entonces, vuelvo a decir, la identificación con, y ese con puede tomar distintos valores. En el estadio del espejo como una identificación imaginaria, con la imagen del otro, a nivel del ideal del yo, es una identificación con un significante del Otro. 
Lacan no va a hablar de la identificación con sino de la identificación de. Y ese de pareciera que no nos remite a algo preestablecido sino más bien que nos al material con que las identificaciones están hechas, como la tela, la textura de las identificaciones, es la Teoría del significante. Por eso dice “identificación de significantes”, las identificaciones hechas, moldeadas, constituidas a partir del significante.
          Si ustedes recuerdan lo que habíamos leído de Saussure, eso es absolutamente coherente con lo que este dice de la metáfora del ajedrez, o el tren de las 10:15’, son las identificaciones tomadas como identidades, pero como entes puramente lingüísticos, producidos por el significante mismo. Ahí hay entonces una variación. Siempre teníamos esta cuestión y decíamos: están los significantes del Otro y el sujeto se identifican ellos. Ahora esos significantes son la tela que permite la aparición de la identificación. Vamos a seguir con el texto:

(Cita del seminario de La Identificación)
“En realidad en el Curso de Lingüística Saussure se esfuerza por estrechar la función del significante, y ustedes verán –lo digo entre paréntesis– que todos sus esfuerzos no han impedido finalmente dejar la puerta abierta a lo que llamaré menos diferencias de interpretación que verdaderas divergencias en la explotación posible de lo que ha abierto con esta distinción tan esencial de significante y significado. Y sí podría tocar incidentalmente para ustedes, para que al menos situaran ahí la existencia, la diferencia que hay entre tal o cual escuela, la de Praga, a la cual Jakobson –al que me refiero tan a menudo–, pertenece, la de Copenhague, a la cual Hjemslev ha dado su orientación bajo un título que no he aún nunca evocado ante ustedes: “De la glosemática”. Ustedes verán, es casi fatal que me vea llevado a volver a esto ya que no podemos dar un paso sin tratar de profundizar esta función del significante, y en consecuencia, su relación al signo.”

Lito: Voy a tomar tres cosas de ese fragmento. En realidad la teoría de Saussure es la teoría del signo, no es la teoría del significante. La teoría del significante es la teoría de Lacan. Es cierto que se desprende a partir de los trabajos de Jakobson. El texto precursor es Instancia de la letra, pero podemos decir que la teoría del significante es el entrecruzamiento entre el discurso lingüístico y el discurso psicoanalítico, y es ahí donde progresa esta teoría del significante de Lacan. Y él acá sitúa que nos va a llevar el estudio de las identificaciones al intentar precisar la diferencia entre significante y signo, que es lo que ha sido dejado de lado en La instancia de la letra, había sido borrado, y tiene una nueva entrada ahora en la obra de Lacan. Entonces las consecuencias de esto son muy importantes, porque ustedes van a ver que este concepto del signo, tal cual como es acá introducido, es retomado muchas veces más adelante en la obra de Lacan, esta teoría no la toma ni de Jakobson ni de Saussure, la toma de Peirce. Toma una definición del signo, que es la definición que él va a desarrollar, porque van a ver que él quiere alejarse un poco de esta función del significante, que es la pasión por significar, y quiere hablar un poco de un significante que llama a veces a semántico, a veces un S1, a veces una letra, también a veces lo va a llamar signo. Por ejemplo en Introducción a los escritos alemanes, que es un texto tardío de Lacan, ahí va a empezar a hablar mucho de signo.
Pero acá lo importante es empezar a ver la diferencia entre significante y signo. Sigamos:

(Cita)
“De todas maneras ustedes deben saber de aquí en más –pienso que incluso aquellos de entre ustedes que han podido creer hasta reprochármelo que repetía a Jakobson–, que de hecho, la posición que tomo aquí se le adelanta en fecha en relación a la de Jakobson en lo que concierne a la primacía que otorgo a la función del significante en toda realización digamos, del sujeto.”

Lito: Otro tema que va a empezar a desarrollar en el capítulo siguiente y la terminología de Lacan es ahí casi progresiva –acá habla de realización del sujeto pero más adelante lo que va a estar en juego es el sujeto como efecto.

(Cita)
“El pasaje de Saussure, al cual hago alusión, hacía alusión hace un rato –no lo privilegio sino por su valor de imagen– es el mismo en el que intento mostrarles cuál es la suerte de identidad propia del significante, tomando el ejemplo del expreso de las 10:15’. El expreso de las 10:15’ es algo perfectamente definido en su identidad: es el expreso de las 10:15’, a pesar de que manifiestamente los diferentes expresos de las 10:15’ que se suceden siempre idénticos cada día, no tienen absolutamente ni en su material, ni aún en la composición de su cadena, sino elementos, aún una estructura real diferente”.

Lito: Hay algunas cuestiones complejas porque Lacan acá utiliza el concepto de identidad que es lo que usa Saussure, pero nos genera un problema pensarlo así. Por eso creo que más bien ahí no hay que hablar de identidad sino de identificación, que es la crítica al concepto de identidad mismo que introduce Lacan en el capítulo anterior. Y cómo la cadena significante, que él había estudiado con Jakobson, lo que lleva es a la indeterminación del sujeto, el sujeto no puede colapsarse en ninguna identidad, solamente puede construir identificaciones en tanto efecto de una cadena significante, porque esta cadena significante lo que genera son estos entes extraños que tienen una lógica para trabajar. Yo en algún momento lo trabajé, busqué en mis notas y encontré que intencional, en lógica, es algo que se llama objeto intencional, y que tiene que ver con todos estos objetos creados a nivel de la cadena lógica, como el expreso de las 10:15’.
Me parece que en esa frase lo importante es sostener la diferencia al concepto de identidad. No se trata de –porque no es siempre el mismo tren– la mismidad, es una mismidad en la diferencia, no es una mismidad en absoluto, de uno igual a otro. 
            ¿Saben por qué este punto es esencial? En este punto, que marca en última instancia el ser como lo vamos a ver un poquito más adelante, veremos el problema mismo que se genera en el concepto de identidad y que está dado por la definición misma del significante, en tanto el significante es diacrítico, o sea, que es una diferencia, no podría haber ningún significante que se signifique a sí mismo. Y fíjense, esto es exactamente lo que introduce a nivel lógico todas las paradojas. Las paradojas que se producen cada vez que uno quiere significar a un significante para alcanzar un sí mismo, eso es imposible, y se la llamó autorreferencia.
Por eso me parece este punto esencial, aunque ya vemos que hay dos cosas que se han seguido mucho en la enseñanza de Lacan: una es el punto de la metáfora y la metonimia, para llegar al tema del deseo, y al tema del síntoma, el síntoma como metáfora y del lado del deseo la metonimia, que es lo que extrae de la lingüística el psicoanálisis. Pero me parece que hay que hacer hincapié en este otro punto que también es de la lingüística, el hecho mismo de que ese Otro que es el Otro del significante, tiene un punto de inconsistente él mismo, y en ese punto de inconsistencia la imposibilidad de significarse a sí mismo. Seguimos.

(Cita)
“Por supuesto, lo que hay de verdadero en una afirmación semejante supone, precisamente, en la constitución de un ser como el expreso de las 10:15’, un fabuloso encadenamiento de organización significante a entrar en lo real por intermedio de los seres hablados.”

Lito: Me parece que es maravillosa esta frase, es decir, si no habláramos no habría seres hablados, ¡es interesante! No son seres que hablan sino estos seres hablados, hablados por esta cadena significante, es esa misma cadena significante la que produce estos objetos maravillosos para nosotros como el expreso de las 10:15’. ¿Qué es el expreso de las 10:15’? Ese ejemplo es superlativo en tanto se muestra que es un puro efecto de lo simbólico. Nosotros no vamos a confundir “Ah, el tren de las 10:15’, entonces es ese tren concreto al que nosotros nos subimos y todo lo demás, pero con el tren de las 10:15’, lo que nos resulta difícil de reflexionar es que no depende de la estructura del tren, podría ser de plástico, ¡de lo que sea!, de hierro, a vapor, eléctrico, no importa,  depende de una cadena significante que es introducir un ser nuevo en lo real, es maravilloso el ejemplo.

(Cita)
“Esto tiene un valor de algún modo ejemplar para definir exactamente lo que quiero decir cuando profiero de entrada lo que intentaré articular para ustedes: son las leyes de la identificación en tanto identificación de significantes.”

Lito: Vuelve exactamente a lo mismo, es “de significantes” y es cierto que uno puede hablar de identificación que no sea de significantes, no para el ser humano pero sí para la etología, la cadena que encuentra de imágenes, que encuentra Lorenz en el desencadenamiento de las conductas animales son identificaciones, es el concepto mismo pero no son identificaciones de significantes, porque las identificaciones de significantes lo que introducen es ser de aporía “el tren de las 10:15’, o el sujeto barrado.

(Cita)
“Señalemos aún, como un llamado, que para atenernos a una oposición que sea para ustedes un soporte suficiente, lo que aquí se opone, aquello de lo que se distingue, lo que requiere elaboremos su función, es que la identificación de quien por allí se distancia, es de lo imaginario, aquella de la que hace tiempo intentaba mostrarles el extremo en el último plano del estadio del espejo, en lo que llamaré el efecto orgánico de la imagen del semejante, el efecto de asimilación que aprehendemos en tal o cual punto de la historia natural, y el ejemplo con que me complací en mostrar in Vitro bajo la forma de este pequeño insecto que se llama el grillo peregrino, y del que ustedes saben la evolución, el crecimiento, la aparición de eso que se llama el conjunto de las faeneras, de aquello con lo que podemos verlo, en su forma depende de alguna manera de un reencuentro que se produce en tal momento de su desarrollo, de los estadios, de las fases de la transformación larvaria o, según le hayan aparecido o no, un cierto número de rasgos de la imagen de su semejante, evolucionará o no, según los casos, de acuerdo a la forma que se llama solitaria, o a la forma que se llama gregaria.”

Lito: ¿Qué es lo que introduce entonces? Yo haría dos preguntas acá: una, ¿a qué texto se está refiriendo? Se está refiriendo a un texto de él mismo; y segundo: ¿qué cambio está introduciendo? Porque hay un cambio, él plantea un cambio en relación al texto mismo de El estadio del espejo. La experiencia es la que decía antes, la experiencia etológica. La experiencia etológica que está fijada a una determinada forma, marcada por la especie del grillo que hace que en determinado momento frente a esta imagen cambie de posición de gregario a peregrino, que es la forma que puede adoptar el grillo.            Lacan da un paso más, dice: a partir de esto, la identificación es identificación de significante. Ahí voy a empezar a alejarme de lo que yo había planteado: que la identificación en el hombre tiene un aspecto imaginario. Acá esta entendido como especular, me parece imaginario en el sentido ampliado. Ustedes saben que hay dos conceptos del término imaginario, uno que es el imaginario especular, eso es El Estadio del espejo, y otro que es un imaginario ampliado, aquel que se constituye -en la neurosis y en la perversión- a partir de la metáfora paterna y que es todo el imaginario de la significación en tanto fálica o delirante (la metáfora delirante también está dentro del terreno de lo simbólico). Ahí se trata de dos imaginarios diferentes. Me parece que Lacan se aparta del imaginario especular ese imaginario constituido en relación a la imagen, y ahí mismo él va introduciendo el término éste de identificación de significantes. Veamos qué es la identificación significante.

(Cita)
“No sabemos en absoluto, no sabemos sino bastante pocas cosas de los escalones de este circuito orgánico que acarrean tales efectos. Lo que sabemos es que está experimentalmente asegurado. Ordenémoslo en la rúbrica general de los efectos de la imagen de los que encontraremos todo tipo de formas en niveles muy diferentes de la física y hasta en el mundo inanimado, ustedes lo saben, si definimos la imagen como todo arreglo físico que tiene por resultado constituir una concordancia biunívoca entre dos sistemas, en el nivel que sea.  Es una forma....”

Lito: ¿Entienden eso? Es lo siguiente, él es muy astuto porque está dando un salto, está estudiando la imagen no en su valor imaginario, sino que le está dando otro valor, el valor nuevo: que toda imagen está constituida en relación a un objeto. Y esa imagen sigue las leyes de las relaciones biunívocas entre los puntos de la óptica. Es decir, supongamos que este soy yo (dibuja en el pizarrón), ¿cuál sería la imagen? Mi imagen sería la que se va a constituir por la proyección de cada uno de los puntos del contorno de mi cuerpo. Cada punto tiene uno igual en el otro espacio. Entonces, si nosotros tenemos un cuerpo real, para que se constituya una imagen es necesario una relación simbólica punto a punto, la imagen está determinada por una cierta correlación simbólica. Fíjense que lo imaginario empieza a ser nada más que un correlato de la relación real-simbólica. En ese correlato de la relación Real-Simbólica, relación punto a punto, es donde aparece esta dimensión que es la dimensión de la imagen. Vamos a detenernos un poquitito para que esto sea comprendido, sino queda un poco así en el aire. Si volvemos a tomar el esquema de El Estadio del espejo, encontramos que Lacan va a poner ahora el acento en que esa experiencia de imagen como formativa de una determinada conducta, esa experiencia no se da sin la mirada del Otro. El chico antes de reírse gira su cabeza y lo que necesita es que el Otro este allí para que se dé la experiencia, y será a partir del Otro que el sujeto construirá su realidad, como objetos intencionales.  

Clase: ¿Ese es el nivel simbólico que posibilita que la relación sea biunívoca?

Lito: Exactamente, pero ya la relación imaginaria no es de la imagen en sí sino de la relación significante que es entre un real y un simbólico que se supone que es una relación punto a punto, y la imagen ya está construida por lo simbólico. Lo que la cierne en última instancia es la mirada del Otro, es lo que la constituye. ¿Está claro? Entonces me parece que es un punto importante porque es un cambio de perspectiva en la obra de Lacan en relación a la definición misma de lo imaginario. Ahora tenemos un imaginario que depende de lo simbólico, ya no es un imaginario autónomo. Fíjense que esto podría hacernos revisar el esquema R, ¿se dan cuenta cuál es el esquema R? Ustedes lo encuentran en De una cuestión preliminar. Bueno, el esquema R es el esquema de la realidad, Lacan en esa época en que todavía estaba bastante enganchado a lo imaginario definió en El estadio del espejo a la realidad del sujeto situando aquello que la constituye, escribió a........a’, o sea, la relación especular.
          El transitivismo infantil marca cómo el hombre construye su mundo objetal a través del otro, y el conocimiento también le viene del otro, por eso Lacan lo llamó conocimiento paranoico. Un ejemplo es el chico que quiere los caramelos que tiene el amigo y cuando los tiene ya no los quiere más, pero no es por caprichoso, es porque no lo ve más, desaparece del mundo. 
          Resumiendo es esta la primera teoría de Lacan de cómo nos constituimos un mundo. Y es claro que ponga ahí a........a’, en el esquema R, porque es a partir de esta relación y de la simbolización que la realidad se va constituyendo.
Esas letras (a; a’) aparecen tachadas, bajo el cuadrángulo de la realidad, pues la relación especular queda significantizada.

φ


El cuadrante de la realidad está sostenido por dos triángulos, el simbólico sostenido: tres significantes del Otro I ideal, M significante de la madre, P nombre del padre; el otro, m (moi), φ significación fálica, i imagen especular.
Partiendo del transitivismo y de lo especular fue lógico que lo que sostuviese la realidad fuera la relación especular.
Pero cuando podemos demostrar que nuestro mundo objetal está construido de esos seres ficcionales, producto del encadenamiento significante (objetos intencionales). Lo especular queda entonces tachado por la significación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puede dejar su comentario: