El revés de Lacan
3ra reunión del 2013 1ra parte
Gerardo Maeso-Lito Matusevich
Gerardo: Una alumna mía trajo el
texto “Crítica y Clínica” de Deleuze. El artículo es un trabajo difícil donde
hace un estudio del Apocalipsis.
San Juan escribió dos cosas, el Evangelio según
San Juan y el Apocalipsis. Deleuze
hace todo un estudio del Apocalipsis,
planteando que es una especie de maldición hacia todos; promueve el fin del
mundo, va a terminar con todo. Lo que dice Deleuze es que ese deseo que hay
ahí, que aparece en el Apocalipsis,
es en verdad un deseo pagano, y es la rebelión no de los aristócratas, sino de
los pobres. Viene a instalar el juicio final -cosa que Cristo nunca había
planteado-, entonces Deleuze plantea que el problema está en el juicio, el
juicio en tanto liga cosas. En el juzgar o en el juicio hay una ligazón entre
distintas representaciones, y esto es lo que Deleuze va a tratar de romper,
porque dice que el alma colectiva -como decía Lito recién-, en el caso de la
opinión, se constituye así, entre falsas conexiones y, con el alma colectiva
uno ya no tiene el dictador afuera, lo tiene adentro con sus propias representaciones.
Me sirvió
para ver en un pueblo cuál es el alma colectiva.
Comentario: ¿La cultura?
Gerardo: Sí, puede ser la cultura,
pero son las falsas conexiones.
Comentario: El pensamiento, como el falso enlace del obsesivo.
Gerardo: La estructura de representación.
Lito: No me parece que sea la
cultura exactamente.
Gerardo: No, más bien la
estructura representacional.
Lito: Me parece que va más por
el lado de la masa, de lo popular.
Comentario: Lo de la masa es importante, porque el juicio tiene que ver con
la certeza.
Gerardo: Entonces, lo que Deleuze
dice es que las falsas representaciones constituyen el espíritu de un pueblo, no
sé si la cultura, sino el “espíritu”, en el sentido de que ya lo que domina ahí
no es un dictador, sino la dictadura de lo que uno conectó. Por ejemplo, cuando
uno dice “para mi no es el portero, es el tipo ese con cara de perverso”, y todo el mundo dice eso y
hace las conexiones entre la cara y el crimen.
Comentario: ¿Es un poco como decía Foucault en cuanto al poder, eso hace que
se relacione? “Eso hace”, porque no es alguien, es algo que se va entramando.
Gerardo: Son los lazos. Me hacía pensar en Lacan cuando trae lo real,
desaparecen los lazos. Entonces Deleuze dice: el problema colectivo consiste entonces en instaurar, en encontrar o en
recuperar el máximo de conexiones, pues las conexiones y las disyunciones son
precisamente la física de las relaciones, el cosmos, hasta la disyunción es física,
sólo está como en las dos orillas para permitir el paso de los flujos, o sea la
alternancia pero nosotros como máximo vivimos en una lógica de relaciones. La
disyunción la convertimos en un, o, o, las conexiones, en una relación de causa-
efecto o de principio-consecuencia. Del mundo físico de los flujos abstraemos
un reflejo un doble exangüe, compuesto por sujetos, objetos, predicados y
relaciones lógicas, extraemos de este modo el sistema del juicio.
No
se trata de enfrentar sociedad y naturaleza artificialmente, pero cada vez que
una relación física sea traducible en vinculaciones lógicas, el símbolo en
imágenes, el flujo en segmentos, habrá que decir que el mundo ha muerto y que
el alma colectiva a su vez está encerrada en un yo, sea este el del pueblo o el
de los déspotas, lo que hay son las falsas conexiones, lo que hay que reprochar
al dinero, siguiendo la crítica que hace Lawrence, exactamente igual que al
amor, no es que sea un flujo sino que sea una
falsa conexión que reduce a moneda sujetos y objetos. Cuando el oro se vuelve moneda, no hay retorno a la naturaleza, sólo hay un problema político
del alma colectiva, las conexiones de las que una sociedad es capaz, los flujos
que soporta, inventa o deja pasar, pura
y simple sexualidad, si se entiende con ello, la física individual y social de las relaciones por
oposición a una lógica sexuada.
Esto es lo que dice, las falsas conexiones y
el ejemplo de cuando el oro se vuelve moneda, es que en el oro hay un flujo,
eso es importante, pero cuando se traduce a moneda se producen relaciones
sujeto-objeto falsas. El alma colectiva sería entonces las conexiones que se
establecen, causa-efecto es una conexión.
Lito: Miller generaliza más esto
mismo que decía vos, eso es para todo tipo de conexión. Una conexión le parece
falsa en este sentido, en que es discursiva, es el discurso el que produce las
conexiones, en ese sentido todo discurso es semblante. “Es semblante” quiere
decir que es falso, es una de las acepciones de “semblante”. En francés “semblante”
siempre se usa como falso semblante. Es una oposición que es la que está entre
el ser y el Uno, porque el ser es el lugar de las conexiones, en cambio el Uno
es lo que aparece ni siquiera disyunto, porque ¿cómo se define la disyunción? La
unión de dos conjuntos disyuntos. Pero la disyunción cuando la escribís lo hacés
como la lúnula, que junta los dos
conjuntos es un conjunto vacío. Es decir
que la disyunción también la pensaba a nivel de la relación.
Gerardo: La disyunción es pensada como relación.
Lito: Claro, la disyunción también es pensada como relación, porque
es pensada a partir del dos; para que haya disyuntos vos tenes que tener dos y
haces esto, la lúnula central es el conjunto vacío, es lo que queda vacío entre
dos.
Comentario: Hacen faltan dos para dejar la lúnula vacía en el medio, toda
operación de conjuntos supone dos.
Lito: Toda operación de conjuntos supone dos. Cuando vos haces teoría
de conjuntos tenés un elemento y el conjunto vacío, ya tenés dos, es imposible
pensar la lógica sin el dos. Entonces me parece que esto que vos traes tiene
que ver con el ser y el Uno, donde de lo que se trata del lado del ser es
siempre dos y su relación, y del otro lado está el Uno solo.
Gerardo: Lo que él llama flujos.
Lito: Lo que él llama flujos tiene que ver con el Uno solo, pero el Uno
como goce. Me parece que el síntoma y el goce es lo que le falta a los filósofos
para ser psicoanalistas.
Gerardo: Claro, tiene razón.
Lito: No tiene un campo de experiencia como tenemos nosotros, eso me
parece que hace la diferencia.
Gerardo: Es lo que dijo Maresca, cuando dijo que por el lado de la filosofía
él no esperaba una gran salida, pero veía en el psicoanálisis una posibilidad
de un abordaje de esto.
Lito: Me parece que es un punto muy importante. El texto de Heidegger
que nombra acá Miller, que es “Kant y los problemas de la metafísica”. Kant en un
momento dice que las categorías puras del entendimiento son criticables, el
cuadro de las categorías puras del entendimiento, él lo critica; no llega a
decir no hay categorías puras del entendimiento,
pero sí llega a decir que ese cuadro es un desliz de Kant.
Gerardo: Entre esas categorías está causa efecto, entre otras, cualidad,
cantidad.
Lito: Yo creo que lo que se cuestiona en el Uno, es todas las
categorías puras del entendimiento. Para situar un entendimiento que es pura intuición,
ya no se juega a nivel de las categorías, y lo que está atrás de todo eso es la
crítica al saber.
Para nosotros, hombres occidentales, tenemos
tanta dificultad para poder llegar a interiorizar todo esto porque todavía
estamos presos del saber cartesiano, esa revolución del saber que se produce
entre el mundo griego, la escolástica y el mundo moderno. En la modernidad
cambia esa subjetividad.
Gerardo: Armé un cuadro para discutir el punto 9, para ver si queda
afirmado entre todos.
Comentario: ¿El libro del que hablaste recién cómo se llama?
Gerardo: El libro del que les hablé es “Crítica y Clínica”, fui a él
porque una alumna, cuando yo hablé de lo real, sacó este fragmento, y entonces
me dijo dónde estaba, que es la interpretación del Apocalipsis.
Lito: Sigo pensando que hay un texto que es el que abre a la ética, se
trata del Seminario de Lacan El deseo y
su interpretación, que va a salir ahora en su versión oficial. En las últimas
clases de este seminario, él toma a Hamlet para explicar el cambio; el
nacimiento de la subjetividad en relación al saber que se introduce a partir
del texto de Hamlet que va en paralelo con la modernidad. Ese cambio que
empieza a situar de la relación con el saber del hombre griego y del hombre
moderno, me parece que es excepcional, porque primero, de lo que se trata es de
una ética del psicoanálisis, y segundo, me parece que el punto que se juega también
es que con la subjetividad nace la procrastinación, que lo generaliza para todo
neurótico, para todo neurótico del siglo XX. La procrastinación del acto es lo
propio de la neurosis, sea quien sea, eso lo dice Lacan claramente. Con la
subjetividad que nace, la procrastinación del acto es producto de que el sujeto,
antes de actuar, quiere saber. Inclusive eso es el sujeto supuesto saber, uno
va al analista para poder actuar en forma diferente, más acorde con su vida.
Hay algo que investigar en relación a esto,
porque cambia el planteo ético entonces, que es que a partir del siglo XXI -así
lo plantea Miller-, a partir de la caída del muro de Berlín, la globalización,
la hipermodernización, hay un cambio, se pasa de la pregunta por el saber a la
adicción. Hoy en día en la clínica ya no es la clínica del sujeto supuesto al
saber, tenemos pacientes de estos, pacientes del sujeto supuesto saber que son
mejores para trabajar, pero hay mucho de lo otro, que tiene esta ventaja, y es
que esta clínica de la adicción, muestra de qué se trata el sinthome, el sinthome es la adicción, es una clínica de la adicción. Por eso la
época, muestra el fracaso del sujeto supuesto al saber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aquí puede dejar su comentario: