lunes, 26 de agosto de 2013

el revés de Lacan 3ra reunión del 2013 4ta parte

El revés de Lacan


 3ra reunión del 2013 4ta parte

Gerardo Maeso-Lito Matusevich

Lito: Me parece que tenemos que partir de esto, que nosotros acá también estamos parloteando como parlêtres sobre eso, que lo único que podemos alcanzar es hacer algo con eso y mostrarlo (si se puede mostrarlo); en ese sentido está el cambio de perspectiva del pase, porque cualquiera que dé testimonio de eso está parloteando igual que nosotros parloteamos acá. Algunos parlotean mucho.

Gerardo: El autoerotismo es aquello por donde uno tiene conexión con su cuerpo.


Lito: Digamos que es el acontecimiento de cuerpo, por ejemplo Juanito cuando tiene la primera erección, ese goce, ese es el acontecimiento de cuerpo. Cuando se le para el pito es acontecimiento de cuerpo para Juanito, pasa por los orificios.


Comentario: El “puro placer”, que lo pone en itálica (y creo que no es un detalle menor), es cuando está investigando algo, y además el acontecimiento en el cuerpo en Juanito cuando se le para y la madre le dice que es una porquería, es antes de instalarse el dique del pudor y de la vergüenza, hay todo un trabajo de pudor con la represión primaria, es antes de todo eso.


Gerardo: Eso sería un acontecimiento de cuerpo.


Comentario: Pero él dice “es puro placer”.


Comentarios: Cuando Joyce dice que el cuerpo se le cae como una cáscara.


Lito: Me parece que ahí tenemos dificultades para seguir eso, no todo tiene la misma continuidad; el problema es qué quiere conseguir Joyce con eso. Hay una creencia en el cuerpo porque el cuerpo se puede escapar totalmente. El gran problema que se generó con esto es pensar que entonces que el cuerpo se dispare, o que nuestro cuerpo se demuestre que no es nuestro, es propio de los psicóticos... no es así, el cuerpo como tal es un cuerpo (si se puede decir así), la noción que surge de cuerpo, es algo de lo que nada se puede decir pero que tenemos seguridad que se nos escapa, y se nos escapa todo el tiempo en el acontecimiento del cuerpo, “eso hace lo que quiere” sin que nosotros podamos ahí hacer nada con eso. El parloteo del parlêtre no consigue hacer nada con eso.


Comentario: Por eso no toda locura es psicótica.


Lito: Y por eso somos todos locos, somos todos esquizofrénicos o todos autistas a nivel de ese goce. Si uno va leyendo detenidamente el seminario XXIII, la cuestión es que Lacan dice “uno cree tener un cuerpo, y eso se nos escapa todo el tiempo”.

Gerardo: El problema es que habría dos pasos: uno, la constatación de que se goza de un cuerpo, y el otro, de que ese cuerpo uno cree tenerlo.

Lito: No se goza de un cuerpo, el cuerpo goza, si no es la posición perversa “se goza de un cuerpo”; en el autismo es “el cuerpo goza”. Juanito en ese sentido es extraordinario.


Gerardo: Cuando el cuerpo goza, del cuerpo que el cuerpo goza se deduce que se tiene un cuerpo.


Lito: “Se tiene” ya supone un parlêtre.


Comentario: Se goza, ni siquiera es que uno es activo, el cuerpo gozado, Juanito no dice “voy a gozar”, es ajeno, perfora toda pantalla, entonces no es que el cuerpo goza, sino que se goza un cuerpo, el cuerpo es gozado, se goza un cuerpo. Hay un acontecimiento de cuerpo.


Gerardo: Un cuerpo se goza.


Comentario: Porque se tiene un cuerpo se goza, es la definición del Seminario XX.


Gerardo: Eso le da una diferente entidad al cuerpo, de donde surge el “se tiene un cuerpo”, aunque esto sea muy endeble porque cada momento fuga al cuerpo, pero hay un cuerpo.


Comentario: Lacan dice “afectado”, y eso es lo que hace que no sea del orden de ningún afecto.


Lito: Nosotros creemos que tenemos un cuerpo y le ponemos un nombre consistente, todo lo que se nombra es imaginario. El primer ejemplo con el que Lacan trabaja esto es con el Génesis.

Gerardo: Adán nombra las cosas, ergo le da la categoría de cosa a las cosas que nombra.


Lito: No hay otra forma de darle la categoría de cosa, de objeto, a algo que ni sabés qué es, entonces cuando lo nombrás, lo imaginarizás y le das una consistencia. Este lugar del nombre como imaginario, no simbólico, es lo que le permite a Lacan decir que lo único que se puede hacer es imaginarizar lo real, no se puede simbolizar lo real; lo real se puede imaginarizar siempre y cuando no lo hagas caer en el parloteo del parlêtre, por eso ahí no tenemos discurso que no sea del semblante.

Esa página del seminario El sinthome, cuando uno lo relee con esto, por eso yo fui a ver las diferencias entre Frege y Peirce, me parece que se ve bien ahí la diferencia entre uno y otro, porque son los dos creadores de la semántica, de lo que se trata es de cómo se puede acceder a través de algo a partir de la palabra.b El “ground” de Peirce es un concepto que sería el mismo que “el modo de estar” de Frege; el “ground” es algo que se le adosa a lo real, “fundamento” es la palabra, es el “fundamento de”, que está en el triángulo semiótico. Tiene un fundamento, porque si no la semántica se le borra totalmente, o sea que la semántica no accede a ningún conocimiento. El gran problema que tiene el nacimiento de la semiótica es la pregunta si yo puedo conocer, la gran pregunta kantiana; cuando yo uso, no da conocimiento, si digo “a es igual a b”, ahí accedo a un conocimiento, es la cuestión que hay que debatir.

Dice Frege, “el conocimiento es cuando, aquello que nombro le puedo introducir un sentido”. “Sentido” para Frege, no es significante, o sentido, sino que es que quiere decir algo, quiere decir más que eso, no lo que quiere decir, que es la significación, sino que eso quiere decir algo. Entonces, cuando él toma el ejemplo de la estrella vespertina y la estrella matutina, es “a = b” porque ambas tienen una relación con el nombre propio que es “Venus”. “Venus” para Frege no es lo real, para Frege es un nombre propio, es un modo de estar, es algo que da una consistencia a algo a lo que los sentidos no alcanzan.


Gerardo: Que denota una cosa.


Lito: Que denota R, entonces tenemos el campo del sentido, que es la relación imaginaria-simbólica del nombre propio con el campo del sentido, eso se ve bien en Frege. Pero tenemos una relación que no tiene nada que ver, todo lo contrario, entre el sentido y lo real, no hay relación para Frege. La relación es entre el nombre propio y lo real. Entonces plantea una dualidad de relaciones. Hay una relación entre el nombre propio y lo real, y hay una relación entre el nombre propio y el sentido, pero no hay relación entre el sentido y lo real, las dos dualidades como él las sostiene y que intenta demostrarlas desde la lógica.

Gerardo: Ahí va a haber un abrochamiento cuando hay nombre, sentido y real se cierra, se arma ese lazo entre los tres.


Lito: Por eso uno tendría que decir “el nombre del goce que habita”, pero no podría decir jamás “el nombre de mi goce”, lo máximo a que se podría llegar es a nombrar un goce que habita ahí, nada más.


Gerardo: del cuerpo en tanto se goza, es decir la traducción lacaniana de lo que ha designado Freud como autoerotismo. La afirmación según la cual no hay relación sexual todo cuanto hace, es repercutir esa primacía del autoerotismo”. No hay relación sexual hace repercutir la idea de que hay autoerotismo. Y antes decíamos: “Un ser que funda su ser en la palabra es un ser evidentemente frágil, discutible y acerca del cual nada dice a priori que tenga acreditada una reserva de real”.


Lito: Que tenga acreditada una “respuesta de real”, es importante la palabra “respuesta”, porque “respuesta” es que hay respuesta de lo real, porque está la frase muy conocida de Lacan que dice: “el sujeto, como significación, es una respuesta a lo real”.


Gerardo: Y acá no habría respuesta de real.


Comentario: No es lo mismo que “reserva”.


Gerardo: “Reserva de real” es como si se acumulase una reserva de real, en ese bla bla bla, no hay un carajo de eso.


Lito: “Respuesta” es aún mucho más que eso, porque implica que hay un simbólico en lo real.


Gerardo:El síntoma definido como acontecimiento de cuerpo, que de toda evidencia da lugar a la emergencia de sentido, a partir de este acontecimiento, una semántica de síntomas se despliega pero en la raíz de los síntomas freudianos que hablan con tanta elocuencia y se descifran en el análisis que producen sentido, hay un puro acontecimiento de cuerpo”.


Gerardo: Detrás de los síntomas hay un acontecimiento de cuerpo.


Lito: El síntoma como semántica.


Gerardo: Millerianamente hablando, detrás de la estructura formal del síntoma hay un acontecimiento de cuerpo. Como decían ustedes, “solicitación somática”. “Solicitación somática” es aquello que aparece como puro cuerpo antes de la semántica. ¿Pero en la solicitación somática no hay demanda de sentido?


Comentario: Después se le abrochará. Freud dice, tenemos el síntoma cuando se le abrocha sentido, cuando tenemos el puro cuerpo no podemos pensar el síntoma, porque Freud piensa el síntoma como descifrable, entonces tiene que abrocharle sentido, pero de entrada es la pura solicitación somática, es sin soldadura entre la fantasía, la representación y la pulsión.


Lito: Me parece que la idea de Lacan no es la vía que sigue Freud.

Gerardo: Tomando lo de Freud, que hace la ligazón entre esta solicitación somática y el sentido. Pega ahí.


Lito: El tema es que no pega, ese goce de Juanito iterará toda su vida como acontecimiento de cuerpo, y no va a tener relación con nada más, va a estar separado de todo. Esa sería la gran vuelta que hace el contrapsicoanálisis. El contrapsicoanálisis sería el psicoanálisis que operaría en contra del sentido, quiere decir desarmar todo lo que el sentido tejió para arribar a ese goce que itera.

Gerardo: Sería como a Juanito hacerlo arribar a aquello que lo angustió.



Lito: Es decir el Edipo es mentira, lo que construiste con el caballo es todo verso, de lo que se trata es de otra cosa, que te gusta tocarte el pito y nada más.

lunes, 12 de agosto de 2013

3ra reunión del 2013 3ra parte

El revés de Lacan



3ra reunión del 2013 3ra parte 
Gerardo Maeso-Lito Matusevich

Comentario: Como los pacientes que dicen no tengo un problema familiar, no es por esto ni aquello, es porque sí, no es porque me pasó algo, es porque sí.

Comentario: Uno neuróticamente pregunta por qué.

Lito: Ella tiene experiencia con drogadictos, es jefa de un servicio de drogadicción y sabe mucho del tema, ha escuchado mucho de esto.

Comentario: Se presentan así, es porque sí, es difícil hacerlos hablar.

Comentario: La perversión también.

Lito: Parece, si, pero el problema con la perversión es que la perversión no es sin Otro. A diferencia del adicto la perversión necesita de ese Otro, no hay de ese goce sin el Otro. La relación del adicto es puramente con el objeto, con el tóxico, que no es un Otro, el tóxico es un objeto.

Gerardo: Pero él hace una ligazón ahí, por eso es interesante lo que trae Miller acá, a ver cómo lo entendemos, ayer me puse a leer esto y me dije: “¡pero esto está todo mal Miller!” (Risas)

Lito: Lo que pasa es que Miller dijo que no hay causa y nosotros lo leemos desde ahí.

Gerardo: Pero digo que estamos más avanzados respecto de esto por ejemplo, cuando decimos “il y a de l’un” es un mero sonido, no estamos diciendo que se une a un significante, no estamos diciendo que corresponde a un punto de fijación.

Lito: Por eso yo digo que está mal traducido “Ou Pire”, en ese punto, porque “Il y a de l´un” no se puede entender como el rasgo unario, no se puede traducir, lo interesante es que no es traducible.

Gerardo: Lo que estamos hablando acá, lo que estamos llevando a cabo con Lito en la EOL, tiene unos puntos de avance respecto de esto mismo, que por otro lado no es tan antiguo.

[...]

Lito: Yo pienso al revés, porque él arrimó en la conferencia nosotros leemos así.

Gerardo: Pero se viene deduciendo de muchas lecturas, acá hay una lectura que hicimos de Descartes, hay una lectura de Heidegger.

Lito: No nos olvidemos que si esto uno lo compara con “La ultísima enseñanza de Lacan” tiene una continuidad, muchas de estas cosas están, uno ve que Miller está elaborando todo eso, por eso me parece que uno llega a esto porque Miller nos lleva de la mano.

Gerardo: En la “La ultísima enseñanza de Lacan” dice perdí todo pie, tengo que volver a leerme.

Lito: Es un arrasamiento, dice que cuando uno toma la perspectiva de lo real como aquello primero de todo desde donde uno parte, y lo real es sin definición, es que se cae toda la cuestión del semblante. Sí es cierto que Lacan intenta hacer un discurso que no sea del semblante, no hay otra forma, hay que atravesar esta angustia para ver si hay alguna posibilidad de salir del lazo paranoico, que la vida no sea la paranoia de pensar qué hace el otro conmigo, “che vuoi”.

Comentario: Que quiere el otro de mi.

Comentario: La iteración o la irrupción de goce sería sin causa, ¿quiere decir que un día se te presentó?

Lito: Yo creo que te atraviesa desde el momento en que nacés y eso te acompaña toda la vida, hasta tu muerte.

Comentario: Te acompaña pero va más allá de toda causa, de todo semblante, de toda ley, de todo encuentro.

Lito: ¿Por qué es ese goce y no otro? Creo que es azaroso.

Gerardo: Ahí entramos fuera de la causa.

Comentario: En cómo surge creo que no es tan azarosa la iteración.

Gerardo: No, cómo surge no.

Lito: No, es a partir de un acontecimiento, pero un acontecimiento tiene algo que no está marcado por ningún destino, no hay determinismo en el acontecimiento, es algo que sucede, y me parece que en ese punto hay que tomar en cuenta que eso no se modifica con ningún régimen de saber. Ese es el fracaso del psicoanálisis, la estafa analítica es pensar que con el sujeto supuesto al saber, con algo del orden del sentido, del saber, algo puede modificarse en relación a eso, sin embargo, de lo que se trata es que es al revés. La enseñanza de Lacan empieza al revés en eso, hay que hacer caer todas las suposiciones de saber para que el sujeto no sepa más y pueda enfrentar eso con el hacer. Por eso me parece que lleva a hacer toros, es un hacer no tiene nada que ver con un saber.

Gerardo: Hay una cosa que la descartamos, sabemos de lo que se trata, de los famosos fractales, un triangulito que se va repitiendo y la figura general es una pirámide. Eso que para nosotros aparece un poco tonto, en el sentido que eso sería el goce que itera, Miller le rompe la cabeza a los matemáticos, lo que nosotros hacemos como un juego de niños, es algo que a los matemáticos le rompe la cabeza.
Uno pensó que el fractal, como es objetivable, y uno no es matemático, se reproduce un triángulo, se va reproduciendo, va aumentando de forma y todo quedó ahí, pero matemáticamente es un problema, y hay que definirlo.

Lito: Esto de la iteración es un problema muy grande en computación, eso se ve muy bien cuando una máquina se cuelga, ahí, cuando está colgada es cuando se itera la máquina, y hay que resetearla o hay que hacer un contraprograma. Parece ser que cuando programás todo el tiempo te aparece la iteración, entonces tienen que hacer un contraprograma para poder salir de la iteración.

Comentario: ¿Si eso lo llevamos al psicoanálisis, cómo sería?
Lito: Saber hacer.

Gerardo: Es el saber hacer que no está codificado.

Comentario: Que no va por el sujeto supuesto al saber.

Gerardo: No, no va por la conexión significante.

Lito: Lo único que te queda hacer es un contraprograma, como el contrapsicoanálisis, es la única forma de detenerlo, sino va hasta el infinito y siempre igual.

Comentario: En relación a lo singular del goce de cada uno.

Lito: Si vos ponés que lo real es indefinido, tampoco lo podés definir como singular, ni de cada uno, no podés tomarlo. Es la clínica misma, tenés que cambiar la mentalidad en la clínica. ¿Cómo hacés con la singularidad sin la subjetividad? Tal es así que Lacan deja de hablar de sujeto, inclusive hace caer el parlêtre y usa l’homme , hombre o individuo. El goce singular es también un semblante, la singularidad es un semblante.

Gerardo: Ahí cae el concepto de identidad, lo que coagula una identidad.

Lito: Por eso angustia.

Gerardo: “Pero más allá del pase descubrimos un más allá de la semántica de los síntomas, es decir, una pura reiteración en lo real del uno del goce”, ahí podríamos decir “il y a de l’un”.

Lito: No dice “du” que sería “de”, “Le un de jouissance”, de goce o “El uno goce” sería, porque es un partitivo que no se utiliza en castellano.

Gerardo:“Es precisamente la razón por la cual no puede ya entonces contentarnos hablar del sujeto, decir que la experiencia analítica se ubica en el sujeto de la palabra, estamos obligados a poner el cuerpo en la acción puntual y por eso Lacan se refiere al habla ser, es decir un ser que sólo funda su ser en la palabra. Es un ser evidentemente frágil, discutible y acerca del cual nada dice a priori que tenga acreditada una reserva de real, remarquen bien que Lacan no introduce el cuerpo del que se trata como un cuerpo que goza, ese cuerpo que goza es para el escenario porno, nos ubicamos en el registro Freud”.
Es el goce expuesto, es el goce de la pornografía. Decía, bueno, durante toda la semana tuve siete trabajos, o sea que siete veces hice el amor frente a las cámaras, lo que me causó problemas porque empecé a no tener orgasmos con mi marido. O sea que la exhibición de lo porno le impedía un goce íntimo que era el llamado orgasmo con el marido, o sea le alteró la posición gozosa. Por eso dice que hay que tomar distancia, el trabajar para la cámara produce esa pérdida de goce íntimo, para la cámara o la cama de otros (risas).
“Sino del cuerpo en tanto se goza, es decir la traducción lacaniana de lo designada por Freud como autoerotismo. La afirmación de Lacan no hay relación sexual, todo cuanto hace es repercutir esa primacía del autoerotismo, el sinthome es definido como acontecimiento de cuerpo, que de toda evidencia da lugar a la emergencia de sentido. A partir de este acontecimiento de cuerpo una semántica de síntomas se despliega, pero la raíz de los síntomas freudianos que hablan con tanta elocuencia y se descifran en el análisis que producen sentido, hay un puro acontecimiento de cuerpo”.
El goce que se exhibe, es el goce del cuerpo, el porno, no tiene que ver cuando uno dice un “cuerpo se goza”. El cuerpo se goza está ligado al autoerotismo, ergo sería lo que no pasa por la relación con el otro, no pasa por el significante.

Comentario: Por eso dice que es autoerótico.

Lito: El significante se introduce con el falo.

Gerardo: Para ejemplificarlo, cuando uno llega al goce de su cuerpo, que es autoerótico, implica que no es transmisible, es algo que pertenece a la vida, en el sentido de que sin ese goce el sujeto no podría sostenerse, porque sería un autómata que está sometido a la ley del significante y la relación con el Otro. Tiene que ver con lo vivo del cuerpo.

Lito: Tratemos de no adjetivar, cuando uno adjetiviza intenta ahí colocar un semblante, decir lo vivo, lo muerto, estás poniendo significante. Metodológicamente en este punto lo tenemos que decir como impronunciable, ese goce es impronunciable semánticamente, este es el tema.
Para los que estudian Pierce, por ejemplo, el objeto es una primera instancia, es semánticamente imposible de decir algo de él, porque cuando vos lo pasás de la dimensión de lo real a un representamen o un signo, ahí ese objeto ya no es el objeto, si lo entrás en el campo semántico. El esquema de Pierce muestra bien este punto, inclusive, si lo hacés entrar en el campo semántico el objeto mismo se hace semblante.

Comentario: Cuando yo preguntaba, apuntaba a si todas estas frases que leímos no tienen que ver con esto.

Lito: Es que las tres vías del cuerpo son las tres imaginarias, porque son consistencia. Lacan dice hay tres consistencias, una consistencia imaginaria, una simbólica que es el lenguaje, y una real de la cual nada sabemos. Es interesante que ahí diga “nada sabemos”, porque quiere decir que a nivel de la consistencia del cuerpo, nada se puede saber. “Nada sabemos”, que es una frase del XXIV, lo que introduce es que eso no pertenece al discurso. Quiere decir que la relación de lo imaginario y lo real no pertenece al campo del saber. Cuando él habla de la consistencia como cuerpo, marca dos relaciones: de lo imaginario con lo simbólico y de lo imaginario con lo real, y de lo imaginario mismo que es la consistencia. Lacan no habla de lo simbólico, sino de la consistencia simbólica y de la consistencia real e imaginaria. Cuando habla de esto no está diciendo lo real, lo simbólico y lo imaginario, está hablando de cómo queda articulado lo simbólico y lo imaginario, y como está articulado lo real y lo imaginario.

Comentario: ¿Y el acontecimiento de cuerpo dónde lo ubicás?

Lito: Entre lo imaginario y lo real, anterior a cualquier semántica.

Comentario: El trauma es lo real.

Lito: Ya cuando es trauma, se introduce lo simbólico, porque el trauma es agujero y ahí hay una relación ya semántica. Es un punto muy delicado que donde Miller mejor lo trabaja es en “La ultísima enseñanza de Lacan”, me parece que construye muy bien el concepto. Me parece que el punto que puede guiarnos es pensar que en esa frase, lo que se juega, es la consistencia, o sea la relación de lo imaginario con lo simbólico y lo imaginario con lo real. La característica es que el uno de lalengua, o del lenguaje, hay que debatirlo un poco esto, porque hay dos traducciones.

Gerardo: Pero finalmente es lalengua, lalangue.

Lito: Yo todavía tengo mis dudas. En La ultísima enseñanza toma esa frase y dice lalangue: “porque lalangue deja de ser el ordenamiento significante para ser cuerpo”, lalangue es cuerpo. Sabés por qué tengo mis dudas ahí, porque me parece que cuando se habla de la consistencia de lalangue, es la elucubración de saber que es el lenguaje, porque lalangue en sí misma no puede tener consistencia. “Il y a de l`un” puede acceder a un cuerpo pero tal como lo presenta Lacan, como enjambre, el enjambre no es consistente, justamente el enjambre de los S1 no tiene consistencia.

Gerardo: Pero me parece que ahí está tomando los S1 de la pulsión.

Lito: Voy a tratar de demostrar que están las dos cuestiones en juego, y que hay que diferenciarlas, pero que la consistencia es del lenguaje aunque se la da el “il y a de l`un”.

Gerardo: Entonces, sigamos, acá hay dos cosas, primero lo del autoerotismo, acá lo plantea, en el autoerotismo no hay una relación con el Otro, eso es evidente. Se puede decir que el goce femenino, el goce de la mujer es algo que no puede ser dicho, aunque se lo siente, se lo reconoce.

Lito: Me parece que el punto anterior que leíste es muy importante, que hay que ubicar muy bien, porque se entiende lo que viene después, que es la frase que dice Miller acá:
Uno está obligado a poner el cuerpo al golpe, ¿por qué Lacan habla ahora de parlêtre?, es decir, de un ser que no tiene su ser más que de la palabra, es un ser evidentemente frágil, discutible, y del cual nada nos dice a priori que tenga una respuesta de lo real”. “que ese parlêtre responda de lo real” sería la traducción exacta.
Esta cuestión es muy importante para poder entender lo que viene después, lo que habla ahí del goce. Según la lectura que veníamos haciendo, decíamos el parlêtre es el sujeto más el cuerpo, inclusive algo de eso se deduce de RSI. Acá me parece que Miller está diciendo una cosa totalmente diferente, y especialmente por el lugar donde lo ubica. Porque nosotros pensamos que no hay yo, eso no pasa por el yo, pasa por el sujeto y construimos el sujeto. Cuando aparece la noción de parlêtre nos parece que todo pasa por el parlêtre, que la dimensión de la que podemos hablar es del parlêtre, y acá eso está desmentido por dos cuestiones. Primero por lo del ser y el uno, y segundo por lo que dice de, a nivel de lo real ya no se trata de la palabra, por lo tanto el parlêtre es una ficción, como podría ser el sujeto supuesto saber, es una ficción de ser que da la palabra, nada más que eso. Con esto me parece que se borra de un plumazo de la teoría lacaniana todo lo que tenga que ver con un punto central, en el orden del sinthome. Para el goce del sinthome no hay nada del orden de la palabra, nada que se inscriba en el orden del dicho o pueda acceder a eso.
Esto reubica cuestiones tan importantes como por qué Lacan en el Seminario XXIII, cuando lee el Génesis, habla de que hay un redoblamiento de lo real cuando Eva hace uso de lo que nombró Adán, y que ese redoblamiento es parloteo del parlêtre, el parlêtre parlotea nada más, pero no accede a lo real, por eso cualquier cosa que digamos de ese goce es puro parloteo, es parloteo del parlêtre, todo lo que hablamos en relación a lo real es parloteo del parlêtre. Y es interesante que allí se ubique el autoerotismo, porque el autoerotismo es anterior al advenimiento del significante en Freud, el autoerotismo, se organiza como perversión a partir del falo como significante, y no del goce del cuerpo que es el goce masturbatorio por ejemplo, el goce del mono, en eso nos igualamos.
Creo que tenemos que partir de esto, que nosotros acá también estamos parloteando como parlêtres sobre eso, que lo único que podemos alcanzar es hacer algo con eso y mostrarlo, si se puede mostrarlo. En ese sentido está el cambio de perspectiva del pase, porque cualquiera que de testimonio de eso, está parloteando igual que nosotros hacemos acá.

domingo, 4 de agosto de 2013

3ra reunión, 2da parte

El revés de Lacan



3ra reunión del 2013 2da parte 
Gerardo Maeso-Lito Matusevich

Comentario: Por eso yo me preguntaba por las patologías del acto.

Lito: Me parece que las patologías del acto van por el lado de la procastinación, justamente lo procastinado es el acto. En cambio en la modernidad la gente no sé si tiene problema con el acto, actúan demasiado –actúan, no sé si con el acto–; pero me parece que hay otra cuestión, si hay algo que se procastina hoy no es el saber, es el goce, en su versión fálica. Digo “su versión fálica” porque me parece que el objeto a va en la misma versión fálica que el falo. No es el goce en el cuerpo, sino el goce del cuerpo.
Estamos en el inicio, la respuesta que está construyendo Miller es una respuesta a eso, ver de qué se trata el psicoanálisis en relación a ya no una procastinación de un acto, sino a un goce que no es el semblante fálico exactamente.
Me sorprendió mucho qué relación tiene el cuerpo con el objeto a. Cuando Lacan trabaja el triángulo de Pierce vuelve a sostener que lo que plantea Pierce, en realidad, es una teoría del semblante, del objeto a como semblante; lo que está atrás de eso es “Encore” (Aún), el cuerpo dentro del cuerpo, es “dentro de” también. Ese es el triángulo de Pierce. Yo había estudiado bastante Pierce en una época, pero el punto que me pareció interesante es que donde está el objeto en realidad hay dos objetos diferentes. Hay dos objetos, un objeto que se llama dinámico, que ya es el objeto elevado a nivel del concepto, pero hay otro objeto que sería lo real, del cual depende, pero que está en ex–sistencia en relación al semblante.
Estuve investigando esto, porque quería saber cuál era la diferencia entre Pierce y Frege. Me llamó la atención. Donde Lacan introduce el cuerpo como cuerpo es ahí en “Ou Pire”, cuando dice “un corps”, un cuerpo; cuando habla de semblante no habla de “los cuerpos”, sino de “un cuerpo”. Tiene varios sentidos, “un cuerpo”, “dentro del cuerpo”.

Comentario: Habla de la confrontación del cuerpo.

Lito: No dice “confrontación”, dice “presencia”. Lo que me parece que es interesante es cómo él va derivando de ese “un cuerpo” al goce femenino, no es casual que pusiera en el seminario XX, en “Encore”, la estatua de Bernini del goce de Santa Teresa. Ahí, ese goce de Santa Teresa, eso es “Aún”. Se ve nada más que esa cara increíble. El cuerpo atrapado en el discurso le pasa lo que dice Gerardo.

Comentario: Yo lo estoy investigando por el tema de la presencia del cuerpo del analista, que va más allá del sujeto supuesto al saber.

Lito: Empieza a separarse... esta es la cuestión: no hay relación entre el cuerpo, no hay confrontación, no hay nada, no son discursivos.

Gerardo: En las preeliminares define que no hay discurso, hay una presencia de dos cuerpos.

Comentario: Que están hermanados, por estar atravesados por el lenguaje, no quiere decir que haga discurso, que haya relación, ni que haya pasaje de un goce al otro, ni nada que se le parezca.

Gerardo: Me parece que la hermandad él la define por el discurso, son hermanos de discurso, o sea que la hermandad, la relación, se empieza a armar a partir de los discursos.
Lito: Por eso en lalangue hay un cambio tan grande en eso, y eso es lo difícil de poder ubicar. Cuando se refiere a la nominación en el seminario XXIV, habla de Frege, y hay que tratar de ver por qué pasa de un lugar a otro. Es importante la diferencia entre Pierce y Frege; cómo ahí, en esta diferencia que se inscribe entre Pierce y Frege, encuentra Lacan. No sé si sabía tanto, pero tenía ese bocho genial que le permitía ir a buscar los hitos donde podía inventar.

Gerardo: Claro, de nutrirse de elementos para inventar.

Lito: Y para dejarte los rastros donde vos vayas a beber.

Comentario: Lo más importante de Lacan es la posibilidad de inventar, y no le importaba tanto la rigurosidad.

Lito: No, ninguna rigurosidad. En ese sentido se c... en los lógicos; cuando trabaja la lógica de Klein en el seminario, el texto que trabajó él que lo habíamos traducido acá, como si ahí fuera a estar la verdad, después comparás lo que escribió el lógico ese con lo que inventó Lacan y nada que ver.

Gerardo: Lo aprendí con Delia Elmer eso, le buscaba la vuelta.

Lito: Pero había ciertas cosas que le interesaban. En realidad el grupo de Klein, lo usa a Lévi-Strauss para explicar el fenómeno social, a él le interesa, pero después lo cambia y hace un uso muy personal de eso, que no quiere decir que esté mal, es otro uso.

Gerardo: De la clase 9 hay algunas cosas que trabajar. En la página 7, vamos a checkear un poco los términos con los que nos manejamos todos.

El uno de goce por el cual debió ser inventado, promovido en nuestros días el término de adicción... Decía entonces que el término cadena, (me parece que es homólogo a la cadena significante), viene a resultar inapropiado y es en el registro propio de la cadena donde corresponde hablar de ley”.

Es decir que en la cadena significante, es donde uno puede hablar de ley y puede hablar de antecedente-consecuente, causa-efecto.

Lito: Eso lo dice Lacan en el seminario, cuando dice: “la lógica del significante es la ley”.

Gerardo: Exacto, y deseo y ley es lo mismo.

Comentario: En el seminario XI.

Lito: Y en el VII, y en el X.

Gerardo:Lacan precisamente había destacado las leyes de la cadena significante. Su célebre ejemplo del alfa-beta-gama-delta, (eso es en “La Carta Robada”) está hecho para manifestar de qué manera a partir de una simple sucesión de más y menos se obtienen leyes complejas que parecían ser las leyes del azar”.
“Cuando nos situamos en el nivel de la reiteración”, la reiteración que Miller va a plantear como diferente de la repetición, en tanto en la repetición se reitera una falta, y en la reiteración se reitera –es otra manera– una irrupción de goce.
“Ya no tenemos leyes ahí en la reiteración y es en el nivel donde Lacan plantea lo real es sin ley. Es sin ley en relación a la cadena significante, lo cual no quiere decir que sea sin causa” (en tanto en la cadena significante vive la ley). Aquí viene el tema, ley y causa.
“Ley y causa son términos a distinguir, la causa se inscribe allí donde la ley tropieza, aquí lo real tiene una causa que es la conjunción del Uno y del goce”.
Ley y causa son términos a distinguir, precisamente la causa se inscribe allí donde la ley tropieza. Este es Lacan del seminario X, de “La Angustia”, es la ronda de significantes, uno agarrado en la ronda y de pronto emerge algo que hace hiancia, obstáculo, y la ley tropieza. Entra la idea que él tenía entre la relación de la causa del deseo y el deseo como deseo no efectuado de algo que intenta irrumpir, que sería el objeto a, pero no como propulsor de algo, sino como tropiezo, como obstáculo.
Aquí lo real tiene una causa, pero cuando él define la causa acá es de diferente naturaleza al tropiezo. Es la conjunción del Uno y del goce.

Lito: No es el tropiezo me parece, lo que él dice en el seminario XI es que entre causa y efecto hay hiancia, hay separación. En este lugar la cuestión es qué relación hay, porque hay que instalar la pregunta, qué se está preguntando en el seminario XI. Él había venido desde el seminario VII, de una disyunción absoluta entre causa y significante, a partir de ahí él empieza a buscar una relación posible entre significante y goce, o real; cuál es la posibilidad de que haya una relación entre esos, ahí es que empieza a buscar un real que tenga alguna relación con el significante (eso es el Seminario XI); ahí es donde instaura la diferencia entre ley y causa, dice ley y causa no es lo mismo, entre la causa y la ley hay diferencias. Pone el ejemplo de la pelota, el fenómeno de acción y reacción. Si uno tira una pelota contra la pared, ¿dónde está la causa? La causa es el golpe, ahí es donde se detiene y eso es diferente a la ley que significa que va a volver siempre, que va a rebotar. Él dice, ahí se ve la separación, cuando hay causa, cuando algo fracasa, por ejemplo, se te descompone el coche, el coche se descompuso, hay una causa, cuando vos tenés la causa vas a buscar la ley, pero en una separación, hay separación, hay hiancia entre causa y ley.

Comentario: ¿Es la diferencia entre tyché y automatón?

Lito: Es la diferencia entre tyché y automatón. El automatón es alfa-beta-gama-delta, la tyché le interesa a Lacan porque escapa al alfa-beta-gama-delta, la tyché es el azar como causa.

Comentario: Pero igualmente en el seminario XI va a ubicar el objeto a como causa, y acá va a ubicar el Uno como causa.

Gerardo: Éste es el tema.

Lito: Miller mismo se critica esto.

Comentario: ¿La idea del Uno como causa?

Gerardo: Ahí lo que plantea como causa es la conjunción.

Lito: En el seminario XI no hay conjunción, creo que lo que Miller se critica en él, él mismo dice otra cosa mucho antes, en “La ultísima enseñanza...”.

Gerardo: Tiene una causa que es la conjunción del el Uno y del goce.
Lito: Eso está cuestionado cuando él sitúa que no hay causas, tiene una posición diferente. Cuando él sitúa que no hay causas, sino sería contradictorio con lo que dice, que no se puede pensar en la dimensión de la causa, lo que es es, la rosa es sin por qué, el goce es sin por qué; porque si vos estás introduciendo en el goce, el Uno y el cuerpo, como causa uno del otro, lo que estás introduciendo ahí es un por qué.
Lo que vos leíste de Deleuze está mostrando que, hablar de conjunción, significa hablar de dos, cuando no hay dos, hay uno solo. Por eso el “Encore”, como lo escribe en la fórmula de la “La ultísima enseñanza de Lacan”, el Uno, en realidad es un neologismo, está todo unido eso; no se puede pensar que el goce del cuerpo sea algo del orden de la causa, si es del orden de la causa está en relación a una ley y tiene efectos, en cambio, lo que se reitera siempre igual no tiene ningún efecto, es una pura reiteración, sin ley y sin causa.

Gerardo: Es lo que yo veía como contradicción.

Lito: Contradictorio con lo que venía desarrollando.

Gerardo: Aquí lo real tiene una causa que es la conjunción del Uno y el goce. Ahí la conjunción no es la relación antecedente consecuente.

Lito: Sí, pero es una relación igual. Para que haya conjunción tiene que haber dos.

Comentario: ¿No sería el encuentro entre el Uno y el goce?

Lito: Tampoco, Lacan no usó la palabra “encuentro”, usó la palabra “acontecimiento”, el acontecimiento no es un encuentro, para que haya encuentro tiene que haber dos, para el acontecimiento no, es uno solo.

Comentario: ¿Y de esto Miller dónde se desdice?

Lito: En la conferencia que dio en Buenos Aires, y acá dice “no hay causa”, cualquier causa es del orden del sujeto supuesto al saber, quiere decir que esto es del orden del sujeto supuesto al saber. Y diría más, en esta misma clase, hay un punto en que vuelve a tomar la frase del seminario XXIV:“el psicoanálisis es un sesgo práctico para sentirse mejor”, un sesgo práctico no tiene nada que ver con una teoría o un dogma.“El psicoanálisis es en efecto una práctica”, eso quiere decir que no es una teoría, ella implica una puesta en acto, es una puesta en acto nada más, y ¿qué significa que no es una teoría? Toda teoría se construye en relación a causa-efecto, las teorías se deducen de las categorías kantianas, en cambio él está diciendo, situando esto, está haciendo teoría, es otra contradicción, del goce no se puede decir nada. Por eso él dice:“La interpretación cambia, la interpretación es eso nada más”, porque no hay teoría de la interpretación, no hay hiancia posible que dé lugar a la posibilidad de una interpretación. Me parece que es contradictorio lo que dice acá.

Comentario: Luego sigue con la dialéctica en relación a la pulsión.

Lito: Cuando vos hablás de la identifixierung estás pensando en la conjunción del Uno y del goce.

Gerardo: Claro, porque estoy pensando en la fijación.

Lito: Porque estás pensando en la fijación. La crítica que hacíamos la vez pasada es justamente a esto.

Gerardo: Claro, que en la fijación hay una conexión entre libido y significante.

Comentario: Ya es semblante.

Lito: Sí, ya es semblante. El gran problema que creo que nos angustió tanto, es que cuando vos entrás en esta definición de lo real, todo lo que digas es semblante, todo lo que se pueda decir es semblante, entonces te quedás con las manos vacías. Tan fuerte es esto que el matemático le dice a Miller en “La ultísima enseñanza...” que eso es estar en contra del psicoanálisis o no quiere mucho al psicoanálisis. Es cierto, que cuando entrás en esta posición extrema el mundo es un semblante, el hablar es el semblante.
Gerardo: Es el contrapsicoanálisis, en el sentido de hacer la operación inversa, es el reverso.