El revés de
Lacan
3ra
reunión del 2013 3ra parte
Gerardo
Maeso-Lito Matusevich
Comentario:
Como los pacientes que dicen no tengo un problema familiar, no es por
esto ni aquello, es porque sí, no es porque me pasó algo, es porque
sí.
Comentario:
Uno neuróticamente pregunta por qué.
Lito:
Ella tiene experiencia con drogadictos, es jefa de un servicio de
drogadicción y sabe mucho del tema, ha escuchado mucho de esto.
Comentario:
Se presentan así, es porque sí, es difícil hacerlos hablar.
Comentario:
La perversión también.
Lito:
Parece, si, pero el problema con la perversión es que la perversión
no es sin Otro. A diferencia del adicto la perversión necesita de
ese Otro, no hay de ese goce sin el Otro. La relación del adicto es
puramente con el objeto, con el tóxico, que no es un Otro, el tóxico
es un objeto.
Gerardo:
Pero él hace una ligazón ahí, por eso es interesante lo que trae
Miller acá, a ver cómo lo entendemos, ayer me puse a leer esto y me
dije: “¡pero esto está todo mal Miller!” (Risas)
Lito:
Lo que pasa es que Miller dijo que no hay causa y nosotros lo leemos
desde ahí.
Gerardo:
Pero digo que estamos más avanzados respecto de esto por ejemplo,
cuando decimos “il
y a de l’un” es
un mero sonido, no estamos diciendo que se une a un significante, no
estamos diciendo que corresponde a un punto de fijación.
Lito:
Por eso yo digo que está mal traducido “Ou Pire”, en ese punto,
porque “Il
y a de l´un”
no se puede entender como el rasgo unario, no se puede traducir, lo
interesante es que no es traducible.
Gerardo:
Lo que estamos hablando acá, lo que estamos llevando a cabo con Lito
en la EOL, tiene unos puntos de avance respecto de esto mismo, que
por otro lado no es tan antiguo.
[...]
Lito:
Yo pienso al revés, porque él arrimó en la conferencia nosotros
leemos así.
Gerardo:
Pero se viene deduciendo de muchas lecturas, acá hay una lectura que
hicimos de Descartes, hay una lectura de Heidegger.
Lito:
No nos olvidemos que si esto uno lo compara con “La ultísima
enseñanza de Lacan” tiene una continuidad, muchas de estas cosas
están, uno ve que Miller está elaborando todo eso, por eso me
parece que uno llega a esto porque Miller nos lleva de la mano.
Gerardo:
En la “La ultísima enseñanza de Lacan” dice perdí todo pie,
tengo que volver a leerme.
Lito:
Es un arrasamiento, dice que cuando uno toma la perspectiva de lo
real como aquello primero de todo desde donde uno parte, y lo real es
sin definición, es que se cae toda la cuestión del semblante. Sí
es cierto que Lacan intenta hacer un discurso que no sea del
semblante, no hay otra forma, hay que atravesar esta angustia para
ver si hay alguna posibilidad de salir del lazo paranoico, que la
vida no sea la paranoia de pensar qué hace el otro conmigo, “che
vuoi”.
Comentario:
Que quiere el otro de mi.
Comentario:
La iteración o la irrupción de goce sería sin causa, ¿quiere
decir que un día se te presentó?
Lito:
Yo creo que te atraviesa desde el momento en que nacés y eso te
acompaña toda la vida, hasta tu muerte.
Comentario:
Te acompaña pero va más allá de toda causa, de todo semblante, de
toda ley, de todo encuentro.
Lito:
¿Por
qué es ese goce y no otro? Creo que es azaroso.
Gerardo:
Ahí entramos fuera de la causa.
Comentario:
En cómo surge creo que no es tan azarosa la iteración.
Gerardo:
No, cómo surge no.
Lito:
No,
es a partir de un acontecimiento, pero un acontecimiento tiene algo
que no está marcado por ningún destino, no hay determinismo en el
acontecimiento, es algo que sucede, y me parece que en ese punto hay
que tomar en cuenta que eso no se modifica con ningún régimen de
saber. Ese es el fracaso del psicoanálisis, la estafa analítica es
pensar que con el sujeto supuesto al saber, con algo del orden del
sentido, del saber, algo puede modificarse en relación a eso, sin
embargo, de lo que se trata es que es al revés. La enseñanza de
Lacan empieza al revés en eso, hay que hacer caer todas las
suposiciones de saber para que el sujeto no sepa más y pueda
enfrentar eso con el hacer. Por eso me parece que lleva a hacer
toros, es un hacer no tiene nada que ver con un saber.
Gerardo:
Hay una cosa que la descartamos, sabemos de lo que se trata, de los
famosos fractales, un triangulito que se va repitiendo y la figura
general es una pirámide. Eso que para nosotros aparece un poco
tonto, en el sentido que eso sería el goce que itera, Miller le
rompe la cabeza a los matemáticos, lo que nosotros hacemos como un
juego de niños, es algo que a los matemáticos le rompe la cabeza.
Uno
pensó que el fractal, como es objetivable, y uno no es matemático,
se reproduce un triángulo, se va reproduciendo, va aumentando de
forma y todo quedó ahí, pero matemáticamente es un problema, y hay
que definirlo.
Lito:
Esto de la iteración es un problema muy grande en computación, eso
se ve muy bien cuando una máquina se cuelga, ahí, cuando está
colgada es cuando se itera la máquina, y hay que resetearla o hay
que hacer un contraprograma. Parece ser que cuando programás todo el
tiempo te aparece la iteración, entonces tienen que hacer un
contraprograma para poder salir de la iteración.
Comentario:
¿Si eso lo llevamos al psicoanálisis, cómo sería?
Lito:
Saber hacer.
Gerardo:
Es el saber hacer que no está codificado.
Comentario:
Que no va por el sujeto supuesto al saber.
Gerardo:
No, no va por la conexión significante.
Lito:
Lo único que te queda hacer es un contraprograma, como el
contrapsicoanálisis, es la única forma de detenerlo, sino va hasta
el infinito y siempre igual.
Comentario:
En relación a lo singular del goce de cada uno.
Lito:
Si vos ponés que lo real es indefinido, tampoco lo podés definir
como singular, ni de cada uno, no podés tomarlo. Es la clínica
misma, tenés que cambiar la mentalidad en la clínica. ¿Cómo hacés
con la singularidad sin la subjetividad? Tal es así que Lacan deja
de hablar de sujeto, inclusive hace caer el parlêtre
y usa
l’homme
, hombre o individuo. El goce singular es también un semblante, la
singularidad es un semblante.
Gerardo:
Ahí cae el concepto de identidad, lo que coagula una identidad.
Lito:
Por eso angustia.
Gerardo:
“Pero
más allá del pase descubrimos un más allá de la semántica de los
síntomas, es decir, una pura reiteración en lo real del uno del
goce”,
ahí podríamos decir “il
y a de l’un”.
Lito:
No dice “du” que sería “de”, “Le un de jouissance”,
de goce o “El
uno goce” sería, porque es un partitivo que no se utiliza en
castellano.
Gerardo:“Es
precisamente la razón por la cual no puede ya entonces contentarnos
hablar del sujeto, decir que la experiencia analítica se ubica en el
sujeto de la palabra, estamos obligados a poner el cuerpo en la
acción puntual y por eso Lacan se refiere al habla ser, es decir un
ser que sólo funda su ser en la palabra. Es un ser evidentemente
frágil, discutible y acerca del cual nada dice a priori que tenga
acreditada una reserva de real, remarquen bien que Lacan no introduce
el cuerpo del que se trata como un cuerpo que goza, ese cuerpo que
goza es para el escenario porno, nos ubicamos en el registro Freud”.
Es
el goce expuesto, es el goce de la pornografía. Decía,
bueno, durante toda la semana tuve siete trabajos, o sea que siete
veces hice el amor frente a las cámaras, lo que me causó problemas
porque empecé a no tener orgasmos con mi marido. O sea que la
exhibición de lo porno le impedía un goce íntimo que era el
llamado orgasmo con el marido, o sea le alteró la posición gozosa.
Por eso dice que hay que tomar distancia, el trabajar para la cámara
produce esa pérdida de goce íntimo, para la cámara o la cama de
otros (risas).
“Sino
del cuerpo en tanto se goza, es decir la traducción lacaniana de lo
designada por Freud como autoerotismo. La afirmación de Lacan no hay
relación sexual, todo cuanto hace es repercutir esa primacía del
autoerotismo, el sinthome es definido como acontecimiento de cuerpo,
que de toda evidencia da lugar a la emergencia de sentido. A partir
de este acontecimiento de cuerpo una semántica de síntomas se
despliega, pero la raíz de los síntomas freudianos que hablan con
tanta elocuencia y se descifran en el análisis que producen sentido,
hay un puro acontecimiento de cuerpo”.
El
goce que se exhibe, es el goce del cuerpo, el porno, no tiene que ver
cuando uno dice un “cuerpo se goza”. El cuerpo se goza está
ligado al autoerotismo, ergo sería lo que no pasa por la relación
con el otro, no pasa por el significante.
Comentario:
Por eso dice que es autoerótico.
Lito:
El significante se introduce con el falo.
Gerardo:
Para ejemplificarlo, cuando uno llega al goce de su cuerpo, que es
autoerótico, implica que no es transmisible, es algo que pertenece a
la vida, en el sentido de que sin ese goce el sujeto no podría
sostenerse, porque sería un autómata que está sometido a la ley
del significante y la relación con el Otro. Tiene que ver con lo
vivo del cuerpo.
Lito:
Tratemos de no adjetivar, cuando uno adjetiviza intenta ahí colocar
un semblante, decir lo vivo, lo muerto, estás poniendo significante.
Metodológicamente en este punto lo tenemos que decir como
impronunciable, ese goce es impronunciable semánticamente, este es
el tema.
Para
los que estudian Pierce, por ejemplo, el objeto es una primera
instancia, es semánticamente imposible de decir algo de él, porque
cuando vos lo pasás de la dimensión de lo real a un representamen
o un signo, ahí ese objeto ya no es el objeto, si lo entrás en el
campo semántico. El esquema de Pierce muestra bien este punto,
inclusive, si lo hacés entrar en el campo semántico el objeto mismo
se hace semblante.
Comentario:
Cuando yo preguntaba, apuntaba a si todas estas frases que leímos no
tienen que ver con esto.
Lito:
Es que las tres vías del cuerpo son las tres imaginarias, porque son
consistencia. Lacan dice hay tres consistencias, una consistencia
imaginaria, una simbólica que es el lenguaje, y una real de la cual
nada sabemos. Es interesante que ahí diga “nada sabemos”, porque
quiere decir que a nivel de la consistencia del cuerpo, nada se puede
saber. “Nada sabemos”, que es una frase del XXIV, lo que
introduce es que eso no pertenece al discurso. Quiere decir que la
relación de lo imaginario y lo real no pertenece al campo del saber.
Cuando él habla de la consistencia como cuerpo, marca dos
relaciones: de lo imaginario con lo simbólico y de lo imaginario con
lo real, y de lo imaginario mismo que es la consistencia. Lacan no
habla de lo simbólico, sino de la consistencia simbólica y de la
consistencia real e imaginaria. Cuando habla de esto no está
diciendo lo real, lo simbólico y lo imaginario, está hablando de
cómo queda articulado lo simbólico y lo imaginario, y como está
articulado lo real y lo imaginario.
Comentario:
¿Y
el acontecimiento de cuerpo dónde lo ubicás?
Lito:
Entre
lo imaginario y lo real, anterior a cualquier semántica.
Comentario:
El
trauma es lo real.
Lito:
Ya
cuando es trauma, se introduce lo simbólico, porque el trauma es
agujero y ahí hay una relación ya semántica. Es un punto muy
delicado que donde Miller mejor lo trabaja es en “La ultísima
enseñanza de Lacan”, me parece que construye muy bien el concepto.
Me parece que el punto que puede guiarnos es pensar que en esa frase,
lo que se juega, es la consistencia, o sea la relación de lo
imaginario con lo simbólico y lo imaginario con lo real. La
característica es que el uno de lalengua,
o del lenguaje, hay que debatirlo un poco esto, porque hay dos
traducciones.
Gerardo:
Pero finalmente es lalengua,
lalangue.
Lito:
Yo
todavía tengo mis dudas. En La
ultísima enseñanza
toma esa frase y dice lalangue:
“porque lalangue
deja de ser el ordenamiento significante para ser cuerpo”, lalangue
es cuerpo. Sabés por qué tengo mis dudas ahí, porque me parece que
cuando se habla de la consistencia de lalangue,
es la elucubración de saber que es el lenguaje, porque lalangue
en sí misma no puede tener consistencia. “Il
y a de l`un”
puede acceder a un cuerpo pero tal como lo presenta Lacan, como
enjambre, el enjambre no es consistente, justamente el enjambre de
los S1 no tiene consistencia.
Gerardo:
Pero me parece que ahí está tomando los S1 de la pulsión.
Lito:
Voy a tratar de demostrar que están las dos cuestiones en juego, y
que hay que diferenciarlas, pero que la consistencia es del lenguaje
aunque se la da el “il
y a de l`un”.
Gerardo:
Entonces,
sigamos, acá hay dos cosas, primero lo del autoerotismo, acá lo
plantea, en el autoerotismo no hay una relación con el Otro, eso es
evidente. Se puede decir que el goce femenino, el goce de la mujer es
algo que no puede ser dicho, aunque se lo siente, se lo reconoce.
Lito:
Me parece que el punto anterior que leíste es muy importante, que
hay que ubicar muy bien, porque se entiende lo que viene después,
que es la frase que dice Miller acá:
“Uno
está obligado a poner el cuerpo al golpe, ¿por qué Lacan habla
ahora de
parlêtre?,
es decir, de un ser que no tiene su ser más que de la palabra, es un
ser evidentemente frágil, discutible, y del cual nada nos dice a
priori que tenga una respuesta de lo real”. “que
ese
parlêtre
responda
de lo real” sería la traducción exacta.
Esta
cuestión es muy importante para poder entender lo que viene después,
lo que habla ahí del goce. Según la lectura que veníamos haciendo,
decíamos el parlêtre
es el sujeto más el cuerpo, inclusive algo de eso se deduce de RSI.
Acá me parece que Miller está diciendo una cosa totalmente
diferente, y especialmente por el lugar donde lo ubica. Porque
nosotros pensamos que no hay yo, eso no pasa por el yo, pasa por el
sujeto y construimos el sujeto. Cuando aparece la noción de parlêtre
nos parece que todo pasa por el parlêtre,
que la dimensión de la que podemos hablar es del parlêtre,
y acá eso está desmentido por dos cuestiones. Primero por lo del
ser y el uno, y segundo por lo que dice de, a nivel de lo real ya no
se trata de la palabra, por lo tanto el parlêtre
es una ficción, como podría ser el sujeto supuesto saber, es una
ficción de ser que da la palabra, nada más que eso. Con esto me
parece que se borra de un plumazo de la teoría lacaniana todo lo que
tenga que ver con un punto central, en el orden del sinthome.
Para el goce del sinthome
no hay nada del orden de la palabra, nada que se inscriba en el orden
del dicho o pueda acceder a eso.
Esto
reubica cuestiones tan importantes como por qué Lacan en el
Seminario XXIII, cuando lee el Génesis,
habla de que hay un redoblamiento de lo real cuando Eva hace uso de
lo que nombró Adán, y que ese redoblamiento es parloteo del
parlêtre,
el parlêtre
parlotea nada más, pero no accede a lo real, por eso cualquier cosa
que digamos de ese goce es puro parloteo, es parloteo del parlêtre,
todo lo que hablamos en relación a lo real es parloteo del parlêtre.
Y es interesante que allí se ubique el autoerotismo, porque el
autoerotismo es anterior al advenimiento del significante en Freud,
el autoerotismo, se organiza como perversión a partir del falo como
significante, y no del goce del cuerpo que es el goce masturbatorio
por ejemplo, el goce del mono, en eso nos igualamos.
Creo
que tenemos que partir de esto, que nosotros acá también estamos
parloteando como parlêtres
sobre eso, que lo único que podemos alcanzar es hacer algo con eso y
mostrarlo, si se puede mostrarlo. En ese sentido está el cambio de
perspectiva del pase, porque cualquiera que de testimonio de eso,
está parloteando igual que nosotros hacemos acá.
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