lunes, 12 de agosto de 2013

3ra reunión del 2013 3ra parte

El revés de Lacan



3ra reunión del 2013 3ra parte 
Gerardo Maeso-Lito Matusevich

Comentario: Como los pacientes que dicen no tengo un problema familiar, no es por esto ni aquello, es porque sí, no es porque me pasó algo, es porque sí.

Comentario: Uno neuróticamente pregunta por qué.

Lito: Ella tiene experiencia con drogadictos, es jefa de un servicio de drogadicción y sabe mucho del tema, ha escuchado mucho de esto.

Comentario: Se presentan así, es porque sí, es difícil hacerlos hablar.

Comentario: La perversión también.

Lito: Parece, si, pero el problema con la perversión es que la perversión no es sin Otro. A diferencia del adicto la perversión necesita de ese Otro, no hay de ese goce sin el Otro. La relación del adicto es puramente con el objeto, con el tóxico, que no es un Otro, el tóxico es un objeto.

Gerardo: Pero él hace una ligazón ahí, por eso es interesante lo que trae Miller acá, a ver cómo lo entendemos, ayer me puse a leer esto y me dije: “¡pero esto está todo mal Miller!” (Risas)

Lito: Lo que pasa es que Miller dijo que no hay causa y nosotros lo leemos desde ahí.

Gerardo: Pero digo que estamos más avanzados respecto de esto por ejemplo, cuando decimos “il y a de l’un” es un mero sonido, no estamos diciendo que se une a un significante, no estamos diciendo que corresponde a un punto de fijación.

Lito: Por eso yo digo que está mal traducido “Ou Pire”, en ese punto, porque “Il y a de l´un” no se puede entender como el rasgo unario, no se puede traducir, lo interesante es que no es traducible.

Gerardo: Lo que estamos hablando acá, lo que estamos llevando a cabo con Lito en la EOL, tiene unos puntos de avance respecto de esto mismo, que por otro lado no es tan antiguo.

[...]

Lito: Yo pienso al revés, porque él arrimó en la conferencia nosotros leemos así.

Gerardo: Pero se viene deduciendo de muchas lecturas, acá hay una lectura que hicimos de Descartes, hay una lectura de Heidegger.

Lito: No nos olvidemos que si esto uno lo compara con “La ultísima enseñanza de Lacan” tiene una continuidad, muchas de estas cosas están, uno ve que Miller está elaborando todo eso, por eso me parece que uno llega a esto porque Miller nos lleva de la mano.

Gerardo: En la “La ultísima enseñanza de Lacan” dice perdí todo pie, tengo que volver a leerme.

Lito: Es un arrasamiento, dice que cuando uno toma la perspectiva de lo real como aquello primero de todo desde donde uno parte, y lo real es sin definición, es que se cae toda la cuestión del semblante. Sí es cierto que Lacan intenta hacer un discurso que no sea del semblante, no hay otra forma, hay que atravesar esta angustia para ver si hay alguna posibilidad de salir del lazo paranoico, que la vida no sea la paranoia de pensar qué hace el otro conmigo, “che vuoi”.

Comentario: Que quiere el otro de mi.

Comentario: La iteración o la irrupción de goce sería sin causa, ¿quiere decir que un día se te presentó?

Lito: Yo creo que te atraviesa desde el momento en que nacés y eso te acompaña toda la vida, hasta tu muerte.

Comentario: Te acompaña pero va más allá de toda causa, de todo semblante, de toda ley, de todo encuentro.

Lito: ¿Por qué es ese goce y no otro? Creo que es azaroso.

Gerardo: Ahí entramos fuera de la causa.

Comentario: En cómo surge creo que no es tan azarosa la iteración.

Gerardo: No, cómo surge no.

Lito: No, es a partir de un acontecimiento, pero un acontecimiento tiene algo que no está marcado por ningún destino, no hay determinismo en el acontecimiento, es algo que sucede, y me parece que en ese punto hay que tomar en cuenta que eso no se modifica con ningún régimen de saber. Ese es el fracaso del psicoanálisis, la estafa analítica es pensar que con el sujeto supuesto al saber, con algo del orden del sentido, del saber, algo puede modificarse en relación a eso, sin embargo, de lo que se trata es que es al revés. La enseñanza de Lacan empieza al revés en eso, hay que hacer caer todas las suposiciones de saber para que el sujeto no sepa más y pueda enfrentar eso con el hacer. Por eso me parece que lleva a hacer toros, es un hacer no tiene nada que ver con un saber.

Gerardo: Hay una cosa que la descartamos, sabemos de lo que se trata, de los famosos fractales, un triangulito que se va repitiendo y la figura general es una pirámide. Eso que para nosotros aparece un poco tonto, en el sentido que eso sería el goce que itera, Miller le rompe la cabeza a los matemáticos, lo que nosotros hacemos como un juego de niños, es algo que a los matemáticos le rompe la cabeza.
Uno pensó que el fractal, como es objetivable, y uno no es matemático, se reproduce un triángulo, se va reproduciendo, va aumentando de forma y todo quedó ahí, pero matemáticamente es un problema, y hay que definirlo.

Lito: Esto de la iteración es un problema muy grande en computación, eso se ve muy bien cuando una máquina se cuelga, ahí, cuando está colgada es cuando se itera la máquina, y hay que resetearla o hay que hacer un contraprograma. Parece ser que cuando programás todo el tiempo te aparece la iteración, entonces tienen que hacer un contraprograma para poder salir de la iteración.

Comentario: ¿Si eso lo llevamos al psicoanálisis, cómo sería?
Lito: Saber hacer.

Gerardo: Es el saber hacer que no está codificado.

Comentario: Que no va por el sujeto supuesto al saber.

Gerardo: No, no va por la conexión significante.

Lito: Lo único que te queda hacer es un contraprograma, como el contrapsicoanálisis, es la única forma de detenerlo, sino va hasta el infinito y siempre igual.

Comentario: En relación a lo singular del goce de cada uno.

Lito: Si vos ponés que lo real es indefinido, tampoco lo podés definir como singular, ni de cada uno, no podés tomarlo. Es la clínica misma, tenés que cambiar la mentalidad en la clínica. ¿Cómo hacés con la singularidad sin la subjetividad? Tal es así que Lacan deja de hablar de sujeto, inclusive hace caer el parlêtre y usa l’homme , hombre o individuo. El goce singular es también un semblante, la singularidad es un semblante.

Gerardo: Ahí cae el concepto de identidad, lo que coagula una identidad.

Lito: Por eso angustia.

Gerardo: “Pero más allá del pase descubrimos un más allá de la semántica de los síntomas, es decir, una pura reiteración en lo real del uno del goce”, ahí podríamos decir “il y a de l’un”.

Lito: No dice “du” que sería “de”, “Le un de jouissance”, de goce o “El uno goce” sería, porque es un partitivo que no se utiliza en castellano.

Gerardo:“Es precisamente la razón por la cual no puede ya entonces contentarnos hablar del sujeto, decir que la experiencia analítica se ubica en el sujeto de la palabra, estamos obligados a poner el cuerpo en la acción puntual y por eso Lacan se refiere al habla ser, es decir un ser que sólo funda su ser en la palabra. Es un ser evidentemente frágil, discutible y acerca del cual nada dice a priori que tenga acreditada una reserva de real, remarquen bien que Lacan no introduce el cuerpo del que se trata como un cuerpo que goza, ese cuerpo que goza es para el escenario porno, nos ubicamos en el registro Freud”.
Es el goce expuesto, es el goce de la pornografía. Decía, bueno, durante toda la semana tuve siete trabajos, o sea que siete veces hice el amor frente a las cámaras, lo que me causó problemas porque empecé a no tener orgasmos con mi marido. O sea que la exhibición de lo porno le impedía un goce íntimo que era el llamado orgasmo con el marido, o sea le alteró la posición gozosa. Por eso dice que hay que tomar distancia, el trabajar para la cámara produce esa pérdida de goce íntimo, para la cámara o la cama de otros (risas).
“Sino del cuerpo en tanto se goza, es decir la traducción lacaniana de lo designada por Freud como autoerotismo. La afirmación de Lacan no hay relación sexual, todo cuanto hace es repercutir esa primacía del autoerotismo, el sinthome es definido como acontecimiento de cuerpo, que de toda evidencia da lugar a la emergencia de sentido. A partir de este acontecimiento de cuerpo una semántica de síntomas se despliega, pero la raíz de los síntomas freudianos que hablan con tanta elocuencia y se descifran en el análisis que producen sentido, hay un puro acontecimiento de cuerpo”.
El goce que se exhibe, es el goce del cuerpo, el porno, no tiene que ver cuando uno dice un “cuerpo se goza”. El cuerpo se goza está ligado al autoerotismo, ergo sería lo que no pasa por la relación con el otro, no pasa por el significante.

Comentario: Por eso dice que es autoerótico.

Lito: El significante se introduce con el falo.

Gerardo: Para ejemplificarlo, cuando uno llega al goce de su cuerpo, que es autoerótico, implica que no es transmisible, es algo que pertenece a la vida, en el sentido de que sin ese goce el sujeto no podría sostenerse, porque sería un autómata que está sometido a la ley del significante y la relación con el Otro. Tiene que ver con lo vivo del cuerpo.

Lito: Tratemos de no adjetivar, cuando uno adjetiviza intenta ahí colocar un semblante, decir lo vivo, lo muerto, estás poniendo significante. Metodológicamente en este punto lo tenemos que decir como impronunciable, ese goce es impronunciable semánticamente, este es el tema.
Para los que estudian Pierce, por ejemplo, el objeto es una primera instancia, es semánticamente imposible de decir algo de él, porque cuando vos lo pasás de la dimensión de lo real a un representamen o un signo, ahí ese objeto ya no es el objeto, si lo entrás en el campo semántico. El esquema de Pierce muestra bien este punto, inclusive, si lo hacés entrar en el campo semántico el objeto mismo se hace semblante.

Comentario: Cuando yo preguntaba, apuntaba a si todas estas frases que leímos no tienen que ver con esto.

Lito: Es que las tres vías del cuerpo son las tres imaginarias, porque son consistencia. Lacan dice hay tres consistencias, una consistencia imaginaria, una simbólica que es el lenguaje, y una real de la cual nada sabemos. Es interesante que ahí diga “nada sabemos”, porque quiere decir que a nivel de la consistencia del cuerpo, nada se puede saber. “Nada sabemos”, que es una frase del XXIV, lo que introduce es que eso no pertenece al discurso. Quiere decir que la relación de lo imaginario y lo real no pertenece al campo del saber. Cuando él habla de la consistencia como cuerpo, marca dos relaciones: de lo imaginario con lo simbólico y de lo imaginario con lo real, y de lo imaginario mismo que es la consistencia. Lacan no habla de lo simbólico, sino de la consistencia simbólica y de la consistencia real e imaginaria. Cuando habla de esto no está diciendo lo real, lo simbólico y lo imaginario, está hablando de cómo queda articulado lo simbólico y lo imaginario, y como está articulado lo real y lo imaginario.

Comentario: ¿Y el acontecimiento de cuerpo dónde lo ubicás?

Lito: Entre lo imaginario y lo real, anterior a cualquier semántica.

Comentario: El trauma es lo real.

Lito: Ya cuando es trauma, se introduce lo simbólico, porque el trauma es agujero y ahí hay una relación ya semántica. Es un punto muy delicado que donde Miller mejor lo trabaja es en “La ultísima enseñanza de Lacan”, me parece que construye muy bien el concepto. Me parece que el punto que puede guiarnos es pensar que en esa frase, lo que se juega, es la consistencia, o sea la relación de lo imaginario con lo simbólico y lo imaginario con lo real. La característica es que el uno de lalengua, o del lenguaje, hay que debatirlo un poco esto, porque hay dos traducciones.

Gerardo: Pero finalmente es lalengua, lalangue.

Lito: Yo todavía tengo mis dudas. En La ultísima enseñanza toma esa frase y dice lalangue: “porque lalangue deja de ser el ordenamiento significante para ser cuerpo”, lalangue es cuerpo. Sabés por qué tengo mis dudas ahí, porque me parece que cuando se habla de la consistencia de lalangue, es la elucubración de saber que es el lenguaje, porque lalangue en sí misma no puede tener consistencia. “Il y a de l`un” puede acceder a un cuerpo pero tal como lo presenta Lacan, como enjambre, el enjambre no es consistente, justamente el enjambre de los S1 no tiene consistencia.

Gerardo: Pero me parece que ahí está tomando los S1 de la pulsión.

Lito: Voy a tratar de demostrar que están las dos cuestiones en juego, y que hay que diferenciarlas, pero que la consistencia es del lenguaje aunque se la da el “il y a de l`un”.

Gerardo: Entonces, sigamos, acá hay dos cosas, primero lo del autoerotismo, acá lo plantea, en el autoerotismo no hay una relación con el Otro, eso es evidente. Se puede decir que el goce femenino, el goce de la mujer es algo que no puede ser dicho, aunque se lo siente, se lo reconoce.

Lito: Me parece que el punto anterior que leíste es muy importante, que hay que ubicar muy bien, porque se entiende lo que viene después, que es la frase que dice Miller acá:
Uno está obligado a poner el cuerpo al golpe, ¿por qué Lacan habla ahora de parlêtre?, es decir, de un ser que no tiene su ser más que de la palabra, es un ser evidentemente frágil, discutible, y del cual nada nos dice a priori que tenga una respuesta de lo real”. “que ese parlêtre responda de lo real” sería la traducción exacta.
Esta cuestión es muy importante para poder entender lo que viene después, lo que habla ahí del goce. Según la lectura que veníamos haciendo, decíamos el parlêtre es el sujeto más el cuerpo, inclusive algo de eso se deduce de RSI. Acá me parece que Miller está diciendo una cosa totalmente diferente, y especialmente por el lugar donde lo ubica. Porque nosotros pensamos que no hay yo, eso no pasa por el yo, pasa por el sujeto y construimos el sujeto. Cuando aparece la noción de parlêtre nos parece que todo pasa por el parlêtre, que la dimensión de la que podemos hablar es del parlêtre, y acá eso está desmentido por dos cuestiones. Primero por lo del ser y el uno, y segundo por lo que dice de, a nivel de lo real ya no se trata de la palabra, por lo tanto el parlêtre es una ficción, como podría ser el sujeto supuesto saber, es una ficción de ser que da la palabra, nada más que eso. Con esto me parece que se borra de un plumazo de la teoría lacaniana todo lo que tenga que ver con un punto central, en el orden del sinthome. Para el goce del sinthome no hay nada del orden de la palabra, nada que se inscriba en el orden del dicho o pueda acceder a eso.
Esto reubica cuestiones tan importantes como por qué Lacan en el Seminario XXIII, cuando lee el Génesis, habla de que hay un redoblamiento de lo real cuando Eva hace uso de lo que nombró Adán, y que ese redoblamiento es parloteo del parlêtre, el parlêtre parlotea nada más, pero no accede a lo real, por eso cualquier cosa que digamos de ese goce es puro parloteo, es parloteo del parlêtre, todo lo que hablamos en relación a lo real es parloteo del parlêtre. Y es interesante que allí se ubique el autoerotismo, porque el autoerotismo es anterior al advenimiento del significante en Freud, el autoerotismo, se organiza como perversión a partir del falo como significante, y no del goce del cuerpo que es el goce masturbatorio por ejemplo, el goce del mono, en eso nos igualamos.
Creo que tenemos que partir de esto, que nosotros acá también estamos parloteando como parlêtres sobre eso, que lo único que podemos alcanzar es hacer algo con eso y mostrarlo, si se puede mostrarlo. En ese sentido está el cambio de perspectiva del pase, porque cualquiera que de testimonio de eso, está parloteando igual que nosotros hacemos acá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puede dejar su comentario: