Comentario:
Yo lo veía desde otro lado, desde el punto de vista que, diría, justamente, el
psicoanálisis requiere: cómo hacer para que ese autismo de a dos que es
analizante-analista deje de ser un autismo de dos y que algo pase. Que es lo
mismo de cómo hacer entrar al niño lobo, en diálogo con Rosine Lefort y todo el
pase de Rosine Lefort, es lo que estoy estudiando, por eso quizás esté
confundido, justamente necesito la freudiana 65 y no la consigo pero ya la voy
a conseguir.
Comentario: Yo
la tengo, si querés te hago fotocopia.
Comentario: Porque
ahí justamente ese tema del autismo de a dos, lo discute Freud, Miller. En el
freudiana 65 que no está en la biblioteca no sé por qué. Y que justamente habla
de que el psicoanálisis tiene algo de autismo de a dos, pero hay que ir más
allá del autismo de a dos. Es lo mismo: mucha joda con el lazo inconsciente
transferencial, pero si nos sacan el inconsciente transferencial, nos quedamos…
Lito: te voy a decir una cosa. El
autismo de a dos es una contradicción. Porque no puede haber autismo de a dos,
el autismo es de a uno.
Gerardo: ¡Pero esa es justamente la
joda!
Lito: ¿Me dejás terminar de decirte?
El autismo de a dos lo genera el sujeto supuesto del saber, sí habría análisis.
Hay la posibilidad, de eso es lo que se trata, de cómo hacer un análisis sin
el sujeto supuesto del saber. Y el
problema que yo creo que los argentinos hemos tenido, es que por salvar el
sujeto supuesto del saber hemos pasado de un amante a otro.
Comentario: los analistas que tienen un
seminario calificado socialmente (…) el sujeto supuesto del saber (…) entonces cuando vas a análisis…
Lito: Pero en ese punto, creo que el
problema es cómo sostenerse con un analista cuando ya no le suponés saber al
inconsciente. Ese es el tema. ¿Cómo seguir un análisis…? Que es el análisis que
está proponiendo Gerardo, ¿cómo sostener un análisis?
Gerardo: ¡Vengan a analizarse conmigo!
Lito: Pero hay dos cosas. Yo lo que
te estoy diciendo… Hay dos cosas. Una cuestión es que uno va a un análisis y
los dos creamos en el sujeto supuesto saber. Por lo tanto, tanto analizante
como analista creen en Dios. Acordate lo que te hizo Lacan a vos cuando te dijo
“tráigame a su mujer” y te la miraba y no te daba pelota. ¿Por qué? Porque
demostraba no se trata del saber, se trata de las mujeres. Con eso yo gozo.
Comentario: Lo
que pasa es que era justo el día posterior a que él decía en un seminario ese
del síntoma el nombre es…
Lito: Una mujer…
Gerardo: Una cosa es un análisis que
necesitás empezarlo instaurando el saber para después hacerlo caer.
Lito: Pero uno podría decir el
análisis es henológico (de la henology), comienza cuando ya no hay sujeto
supuesto saber. Ahí comienza el análisis, lo otro es terapia. Está mal que haya
terapia, lo hace acá al principio de este seminario.
Comentario: ¿Es necesario que sea una etapa
inicial?
Lito: No hace falta, por lo menos
para el analista. El analista no tiene que creer en el sujeto supuesto saber. Pero
Dios es el inconsciente, cuando uno lo piensa desde el sujeto supuesto saber.
Esa es la importancia de marcar el inconsciente como real. Es plantear que el
inconsciente no es el sujeto supuesto saber, por lo tanto el inconsciente no es
Dios.
Comentario: Hago
una pregunta, porque me hace una cosa ruido. Si es homologable el lugar donde
dice que no existe el Otro del Otro con el Hay de lo uno, o con lo que
planteaba Gerardo al principio, con esa primera inscripción del significante
uno.
Comentario: Lo
que pasa es que puede no haber Otro del Otro y puede haber sujeto supuesto saber.
Lito: Qué formula esa, si no hay
Otro del Otro hay Otro. De lo que se trata acá es que no hay Otro. No hay Otro
del Otro quiere decir: hay una falla en el saber. Que no quiere decir que no
haya saber. Por eso me parece que lo primero de todo en un análisis, y por eso
tiene que estar el analista, ir en contra del inconsciente de entrada, es
justamente que la neurosis es el peso del Otro.
Comentario: Ahora,
cuando Lacan en el seminario once…
Gerardo: Y para destruir algo lo tenés
que tener en casa.
Lito: En casa, si te viene a ver ya
lo tenés en casa.
Gerardo: Pero tiene que haber un engaño
inicial para caer en la trampa del análisis y después…
Lito: Sí, el problema es que nos
engañamos los analistas, que pensamos que la interpretación no es solamente, así sea. Este es el tema. El peor engaño
es del analista que cree que dando sentido algo va a pasar, y no el analista
que empuja todo al así sea.
Comentario: Un
verdadero analista hace como que cree en el sentido bla bla bla pero en el
fondo es como el otro…
Lito: Ni tiene que hacer como eso.
Comentario: Pero
hoy en día los jóvenes no vienen a eso. Vienen por otras cosas.
Lito: Ese es el
contra-psicoanálisis, donde el analista tiene que saber sobre todo lo que dijo
Miller en su conferencia, que no hay causa. Que haber creído en la causa es del
sujeto supuesto saber. No hay causa. Desde lo real no hay causa. Esto es lo que
dice Miller cuando dice que la noción de causa es la noción de sujeto supuesto saber.
Comentario: Dicen
que para ser dignatario de una iglesia no hay que creer en Dios, hay que hacer
creer en Dios a los demás.
Lito: Hacer creer a los demás. No es
que no le tenga que dar… Pero no, se ubica solo. El tipo te viene a ver porque
estamos marcados por el discurso universitario.
Comentario: Ahora,
el seminario once, cuando él habla del deseo del analista, que le hace la
contra al amor de transferencia, que le hace la contra al sujeto supuesto saber,
que va hacia separar las identificaciones, lo dice como puede, pero busca un
real ahí, yo creo que es un anticipo de no creer en identificarnos…
Lito: Yo no estoy de acuerdo, ¿sabés
por qué? Porque Lacan todavía ahí es parte de su construcción del objeto a y de la causa. Ese es el tema. Que
esta última enseñanza tenemos que sostenerla a partir de un psicoanálisis que
no es causal. Ojo que esto no lo dice solamente Miller, (…) lo dice eh, dice de
las categorías del (…) puro para él
no son puras, o sea no son reales, como el tiempo, y el espacio duda.
Gerardo: Lo que yo te digo es que...
Una cosa es hacer hincapié en el sentido, en la causa del deseo, etc. Lo que yo
digo es cómo hacer para crear un interés por el análisis si no hubiera una
trampa y que después el sujeto cae como un chorlito en la trampa y después el
analista que no es un chorlito, no se lo cree, lo saca de la trampa y lo mete
en lo real.
Lito: Porque la trampa no la
construyó. Lacan dice, en el seminario de la transferencia, que el sujeto
supuesto saber es Freud. El discurso freudiano que Freud inventa es la trampa
donde cae el hombre moderno a partir de
la ciencia. Es ahí donde opera el analista, el analista de entrada, en contra de
esa trampa.
Gerardo: Claro, pero para mí en contra
te tienen que venir.
Lito: ¡Y si ya te vienen! Mi
problema es que yo no los llamo, me vienen solos. Estoy hablando acá con
ustedes, en otro lado, digo boludeces y la gente piensa “éste sabe”.
Comentario: Es
una manera de llamarlos que estés acá.
Lito: Esto es para que voten bien.
Gerardo: Esto que dice Miller a
propósito del síntoma, dice que el dice que crean. Cuando uno dice creo en el
padre o creo en la mujer como síntoma, ¿Qué es creer? Lo dice acá, página 9.
Menos mal que lo anoté. Todo aquello que es interpretable es creencia. Se cree
en el síntoma analítico, se cree en el síntoma analítico pero para creer en el
síntoma analítico es necesario aislarlo. Al igual que el sueño, uno supone que
ese síntoma habla o puede hablar. Se cree entonces, ¿por qué se cree en el
síntoma? Porque hay algo interpretable, y para interpretarlo es necesario
aislarlo. Al igual que en el sueño, habla o puede hablar.
Comentario: Que
el propio sujeto lo aísle como tal.
Gerardo: Pero segundo, la repetición,
aparece la repetición que ahí ya no es la repetición de la diferencia sino de
la iteración. ¿Cómo decíamos que la iteración era igual a…? Como reiteración,
es susceptible de constatarse, no de saberse, de constatarse. El uno del goce y
la raíz del síntoma es la adicción. La repetición entonces, tenemos dos
dimensiones del creer. La del creer en un saber, es necesario, en el síntoma, y
que es necesario aislarlo.
Comentario: Creer
allí…
Comentario: El
propio sujeto lo aísla.
Lito: Son dos dimensiones diferentes.
Porque creer allí es sin Otro, es crea allí en eso. El creo es con Otro.
Entonces por eso es el ahí, es porque es una posición donde no hay alteridad
para el goce. El goce no tiene alter, no tiene padre, madre, abuelita, un
carajo, nada. El padre se cree allí, se cree en el goce como cosa. Por eso lo
que se nombra del goce no es un sujeto, es una cosa. El padre, no como nombre
del padre, sino como padre del nombre, lo que se nombra ahí no es un sujeto, no
soy yo que me nombro a nivel del goce, lo que se nombra es algo que tiene que
ver con el sustantivo, con la cosa, y no con el sujeto.
Gerardo: una cosa importante, entonces.
Hay que buscar en el síntoma analítico y es necesario aislarlo. Al igual que el
sueño, puede hablar. Lo que acaba de traer Lito, creer allí es diferente a
creerle, porque creerle es creerle al Otro. Y eso es medio psicotizante, porque
se instala el Otro. En cambio creer allí, es creer allí donde hay un punto…
Lito: Donde hay iteración.
Comentario: En el 22 dice “creer allí”.
Gerardo: Claro… Pero es importante la
diferencia porque uno indica la constitución del Otro y el otro nos manda la
repetición como iteración. Nos manda la repetición, como iteración, que es susceptible
de constatarse. Esto es lo importante. El Uno del goce y la raíz del síntoma es
la adicción. El inconsciente freudiano no se sirve de lo real, que es mi
síntoma, dice Lacan. El inconsciente freudiano no se sirve de lo real, se sirve
de lo interpretable, de lo simbólico. El problema, porque nosotros estamos
diciendo de sentirse mejor, el análisis cuando es feliz de vivir, el problema
que acá plantea Miller es que esa repetición es avasalladora. Cuando te
avasalla, y cuando te avasalla no siempre conduce al bienestar.
Lito: No, generalmente no.
Gerardo: A la iteración.
Comentario: Cuando
uno vuelve al analista es porque se avasalló.
Gerardo: Porque está avasallado.
Comentario: Está
avasallado, la está pasando mal, sino para qué va a ser…
Gerardo: Pero eso lo tenemos que ver
muy bien, justamente, porque sino, si uno difunde así, “es avasallador”;
entonces decimos bueno, en verdad uno va al analista para sentirse mejor.
Cuando te encontrás avasallado, no te sentís bien.
Lito: Exactamente, para eso uno va
al analista, para sentirse mejor. A mí me desespera cuando los pacientes no se
sienten mejor. Porque pienso ¿qué es lo que está haciendo mal uno?
Comentario: ¡Más
cuando están peor!
Gerardo: Acá una pregunta de Olga.
Primero: ¿qué le hace la constatación a la iteración? Constatarla implica
sentir que hay algo que te avasalla.
Lito: Y me parece que saber que algo
te avasalla te permite saber hacer algo con eso, nada más. Es decir “bueno, es
esto. Qué sé yo. A ver qué puedo hacer”.
Comentario: Se
va porque se padece.
Comentario: Yo creo que la constatación es
otra cosa. Creo que de alguna manera lo que hace es marcar algunos puntos que
de alguna manera sí se puede aprender a hacer con eso. Pero hay una parte de la
iteración que resiste a la constatación y es la que sigue y por eso vas a otro
analista.
Lito: Lo podemos discutir un poco.
Yo pienso la iteración…
Comentario: Porque
la constatación no alcanza.
Lito: No, yo no digo que la
constatación alcanza. Lo que digo es que una vez que uno constata el orden de
su iteración, que no se puede cortar justamente porque está en todos los puntos
de la vida, en cada instante de la vida.
Comentario: La iteración itera, no hay un
orden…
Lito: Esperá, esperá, no, estoy
diciendo orden en el sentido de lo ordenado. Cuando uno está en la iteración y
comprueba, constata que la iteración está en la raíz de su síntoma, es lo que
permite a uno saber hacer con eso. Eso no quiere decir que eso no vuelva,
vuelva a iterar, y que hay una parte que uno no va a saber qué hacer. El saber
hacer no resuelve el sufrimiento. La iteración no se puede resolver.
Gerardo: Hay uno que tuvo una sesión
hace poco con Miller y el lío que se le armó es pedir constataciones y Miller
hacía silencio. Entonces de repente, como él siempre constataba, el dejar de
constatar, el silencio pasó a ser una intervención importantísima. Pero ahí,
cuando el analizante empezó a decir ah, entonces, páfate se mandó una
constatación con la cual jugaba entre constatación y silencio, constatación y
silencio…
Lito: Lo que yo llamo la
constatación, tener una idea, una idea nada más, que es imaginaria, que es
dónde está el goce de mi síntoma. Nada más que eso, una idea que como tal es
imaginaria, de donde está la iteración de mi síntoma.
Comentario: Dice que jamás escuchó de
Miller una interpretación. Siempre una constatación.
Gerardo: respecto de la constatación,
con vos habíamos visto una vez, un domingo que estábamos… Que vos me decías a
mí, que en el caso del sinthome, había, no se trataba de un saber sino de un
conocer. Y en el conocer, el conocer me parece que lo definías como constatar.
Qué sé yo, cada vez que salgo me agarra angustia. Esa era una constatación, y
no se trata de un saber. Lo único que yo constato que cada vez que salgo…
Entonces eso viene por el lado de la constatación.
Comentario: Es
muy bueno, porque en francés: constar, contestación y constatación, están muy
cerca, y este analizante decía y discutía con Miller el tema de que toda
constatación es contestable. Dijo eso del silencio… Entonces hay toda esa
dialéctica entre constatación y silencio, favorece toda una dialéctica donde el
analista no aparece como paranoiquizante. “Yo le dije tal cosa a tal analista y
no sé si era cierto, pero se la dije y algún efecto tuvo” y después lo seguimos
viendo. Como Trotsky con la revolución permanente. Eso fue interesantísimo de
esta conversación.
Lito: La vez pasada con Bertolt
Brecht vimos algo de esto en un plano general. Hay un momento, en que el
personaje que hacía, ¿cómo se llama? No Alfredo Alcón, el otro, no me acuerdo.
Dice lo siguiente, dice: “tengo que ir a terminar de matar al ratón, porque
pobrecito, sino se va a morir”. ¿Y eso constata qué? Que la muerte es
indefectible.
Gerardo: Lo que no es indefectible es
el momento de la muerte.
Lito: Bueno pero el momento es un
punto imaginario.
Comentario:
(…) diferenciar que Freud, el tema es que uno no le tiene miedo a la muerte a
la castración, siempre a la muerte del otro. La propia muerte no existe. Pero
no importa…
Lito: Pero hay un punto ahí que
tenemos que trabajar seguramente en algún momento, que es el tema me parece.
¿Cómo surge y la diferencia entre la iteración y el tiempo de la repetición?
Eso me parece extraordinario. Yo lo entendí gracias a Deleuze. Deleuze dice si la repetición es que yo tengo A y B, sé que viene A y
después B. Entonces, cuando se repite, aparece un tiempo que es el tiempo de la
esperanza. A, y después va a venir B. Ese tiempo, que es el tiempo de la
esperanza, es el tiempo de la neurosis. En cambio, el tiempo de la iteración es
lo que siempre no se puede esperar, porque no hay otra cosa. No viene B
después, no hay nada. Es un tiempo instantáneo. Es, yo creo que, lo que se
constata justamente es la instantaneidad de ese goce que itera, del cual no
saldremos nunca en la vida y que es puro sufrimiento; y que a lo mejor algo de
satisfacción se le puede sacar. Y la constatación es quizás se pueda para mi
gusto definir como sacar la iteración de la esperanza de la repetición.
Comentario: Viste
que vos hablaste del psicoanálisis interminable…
Lito: Es interminable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aquí puede dejar su comentario: